Localizando, localizando

“España innova”, ese pequeño espacio dedicado a las innovaciones tecnológicas que emite La 2 de lunes a jueves a las 22.30, promocionaba ayer las maravillas de los dispositivos que permiten localizar a cualquier persona mediante el teléfono y otros sistemas, que, lo siento, no logro a comprender. Pero el entendimiento sí me llega para ver cómo se está trabajando para promocionar las bondades de este tipo de “herramientas”. La locutora decía que gracias a estas tecnologías podremos tener siempre localizadas a las personas mayores, a los niños y a los adolescentes. Y con eso ya estamos todos contentos, lo necesitan, pobres. Se trata de controlarles por su bien.

También se hizo referencia a los «navigator systems». Son lo más plus y cada vez hay más taxistas que lo tienen incorporados en sus vehículos. Supongo que los usuarios medios también, pero en mi círculo no hay grandes coches y desde mi experiencia alemana no he vuelto a pelearme con uno por arrebatarme mis funciones de copilota. No oí que pronunciaran la palabra “bluetoothing”, pero sí se explicó el concepto. ¡Qué bueno! Gracias a estos terminales sabremos si algún amigo está cerca. ¿Y qué pasa con quienes no quieran ser encontrados? ¿Vamos a convertirnos todos en pequeños espías? Eso es lo que anuncia Telefónica (casualmente, patrocinadora de «España Innova») en los últimos tiempos, un servicio para que los empresarios puedan ver desde cualquier lugar qué está sucediendo en sus compañías (mañana buscaré el eslogan exacto y lo reproduciré, porque a mí me ha provocado un escalofrío). Por cierto, hablando de espionaje, me fascina su vertiente industrial-televisiva. El domingo vi que en TVE emitían un programa llamado “Españoles por el mundo”. Ese día tocaba Israel. Después he comprobado que Telemadrid busca a madrileños. Este curioso “patriotismo” lo practicaba hace algún tiempo Mikimoto en TV3 en su programa “Afers exteriors”. Esperemos que el copieteo no se extienda más, al menos no tan alegremente. Ya sé que parece que no sé lo que quiero, porque después de tanto reclamar más periodismo de investigación voy ahora a quejarme de que en “Pecado original” dediquen más de tres días a investigar los verdaderos apellidos de Carod-Rovira. Por suerte, los de «Pecado original» han tenido tiempo para poder emitir una pequeña entrevista con Cristina Martín, la periodista que ha escrito el libro sobre el «Club de Bilderberg». La editorial es Arcopress y está al caer. Los del programa han mandado a unos reporteros a preguntar a Esperanza Aguirre y a Trinidad Jiménez por su vinculación con tan selecto grupo. Ambas la han negado. En el corte emitido Aguirre ha dicho a los periodistas, bastante seca e incluso molesta, por cierto, que no sabían de qué estaban hablando. Jiménez se ha limitado a decir que «no pertenece» al Club.