Guapos y pobres (I parte)

El diario francés Libération» dedica hoy un amplio reportaje a los salarios de los jóvenes, que cada vez tienden más a la baja. En este sentido, acaba de aparecer un libro titulado «Guapos y pobres». El primer capítulo del libro, escrito por Alfredo Ruiz, puede leerse aquí. Propongo inagurar bajo este post una terapia de grupo con testimonios del tipo: «Por un reportaje me pagaban hace cinco meses 500 euros. Ahora me ofrecen 300» (porcentaje basado en hechos reales, aunque por no puedo revelar mi fuente). Sólo pediría datos concretos, no opiniones, sobre cualquier profesión. Para las reflexiones que puedan surgir, escribir en el post de arriba. Gracias. (No es necesario especificar el nombre de la empresa, que ya sabemos que las cosas no están nada fáciles). El descenso no tiene que ser tan llamativo como el que se recoge en este post, basta con que se haya producido una congelación de esas perpetuas que tanto abundan en el país de las viviendas supersónicas.

Reproduzco aquí algunos fragmentos del artículo publicado por Manuel Díaz Prieto en La Vanguardia del día 30 de enero:

«Alfredo Ruiz no vive en el extrarradio. Tiene 29 años, carrera universitaria, una sólida experiencia como creativo publicitario y habla varios idiomas. Un día decidió dedicarse a lo que realmente le gustaba, escribir. Aparentemente, no le va mal: ha vendido dos guiones a grandes productoras de la ciudad y, sin embargo, no logra llegar a fin de mes. No le resultó difícil darse cuenta de que no es el único que se encuentra en esta situación. De hecho, al constatar que en barrios como Gràcia o la Ribera está rodeado de gente que, cómo él, tienen estudios, experiencia, trabajo y talento, pero que, paradójicamente, son pobres, decidió escribir una crónica tan divertida como rigurosa sobre la eclosión de esta nueva clase social con la que se siente tan identificado. Así, Guapos y pobres (Ático Ediciones) no trata de vagabundos que duermen en la calle ni de los niños cadavéricos que se asoman a la pantalla de televisión. Sino de los hijos de la clase media, de esa generación que los expertos definen como la mejor preparada de la historia, que hoy tienen que adaptarse a las circunstancias adoptando estrategias alternativas. “Si no tienes dinero para ir en coche o en tren siempre pueden ir en bicicleta, que es divertido, moderno y ecológico. Por fortuna, siempre podemos estar a la última”, ironiza Alfredo. “Sin embargo, estas alternativas son tramposas, porque nos van situando poco a poco en el límite de la pobreza, y cada vez, nos quedan menos opciones”. No son inmigrantes sin papeles ni viven en barrios marginales. Pero no tienen acceso a todo aquello a lo que sus padres los acostumbraron. El autor recurre al diccionario de la RAE para precisar el significado del término pobre: “Necesitado, que no tiene lo necesario para vivir”. “Por lo tanto, pobre también es aquel que trabaja diez horas al día y no tiene dinero suficiente para vivir solo, legalizar su negocio o irse de vacaciones”.

4 thoughts on “Guapos y pobres (I parte)

  1. Menos mal q son guapos x q si encima fueran feos…
    Bueno, quizás la pequeña burguesia se radicalice y opte por el neonazismo, otra vez , o se alien con los de los contratos temporales- pobres feos- y pongamos el tinglado patas arriba.

  2. En el año 2001 me «ascendieron» a jefe de departamento de una empresa importante. El salario según convenio es bastante ridículo en mi sector (hostelería). Para compensar el aumento de responsabilidad me dieron un «plus» y el sueldo quedó por 1150 euros netos.
    Desde entonces tengo el mismo sueldo. La subida anual se compensa con el plus. Es decir, si me suben 30 euros mensuales al año, me quitan 30 euros del plus. Resultado: desde el 2001 llevo cobrando lo mismo. Eso pasa en casi todos los contratos con «plus». Calculo que en el 2007 me subirán algo. Espero que más que lo que suban los tomates desde ahora hasta entonces.
    Por cierto, mi responsabilidad no baja con los años, sólo baja el plus.

  3. <queridos jovenes: tengo una granja de cerdos. El negocio consiste (cuando los precios lo permiten) en producir la mayor cantidad de kilos de cerdo con el minimo consumo de pienso e instalaciones. Cuando una cerda se hace vieja y produce poco, la sustituyo por otra mas joven, la cual consume menos pienso (osea, que sale mas barato su mantenimiento) y da mas producción. La sociedad nuestra ha convertido en animales de granja a las personas con una diferencia: si la cerda se me muere yo tengo un quebranto económico pero si un joven trabajador se muere el patrón lo reemplaza por otro sin ningún coste. Además, como la politica llevada a cabo por nuestros gobernantes unida a los intereses del gran capital no ha protegido ni favorecido la natalidad, resulta que en el conjunto nacional falta mano de obra, la cual por la ley de oferta y demanda deberia estar mejor pagada de lo que esta, y entonces nos llenan el pais de inmigrantes pobres, y asi nuestros salarios no suben. Me gustaria oir en las noticias que han apresado una patera llena de podridos millonario que vienen al pais a pujar por los chalets de la Moraleja o Somosaguas, o llena de empresarios japoneses que vienen a invertir a saco en el pais, o de diputados y ministros africanos que vienen a quitarles el puesto de trabajo a los politicos nuestros. El sistema en el que vivimos no es humano ni socialmente solidario: es una mierda.

  4. Si indra si, si es una mierda el sistema, habra que pensar en limpiarlo o sustituirlo antes que termine con nosotros y nuestro entorno, que esa es otra..

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