«Coser y cantar»

Carmen Domingo publica «Coser y cantar. Las mujeres bajo la dictadura franquista» (Lumen):

Terminada la Guerra Civil, el aparato represivo del franquismo no se detuvo ante nada ni nadie en su intención de construir una nueva España que bailara al compás del nuevo régimen fascista. En el caso de las mujeres, la vigilancia y la represión de las que se consideraban rebeldes fue, si cabe, mucho más estricta que para los hombres, y el control al que fueron sometidas superó el ámbito de las cárceles y los campos de concentración, llegando incluso al ámbito de las casas, los comedores y los dormitorios. En poco tiempo, la Sección Femenina, con Pilar Primo de Rivera a la cabeza, en estrecha colaboración con la Iglesia católica, logró relegar a la mujer a las dos únicas funciones que, según ella, podía realizar: ser esposa y madre, pues el talento creador y analítico estaban «reservados por Dios para las inteligencias varoniles», mientras que bastaba con que las mujeres representaran los valores de la «resignación, sumisión, entrega, sacrificio, aceptación y renuncia».

Pero no sólo la mujer vencedora pobló la España de la dictadura de la que se ocupa la primera parte del libro. En una segunda parte se detalla la situación que vivieron miles de mujeres condenadas a las cárceles franquistas -aquellas que no gacharon la cabeza y se pusieron a coser-, hasta acabar, en la tercera parte de este ensayo, por aquellas mujeres que, expulsadas de sus casas y obligadas a atravesar las fronteras de nuestro país, vivieron el exilio. De todas ellas, aquellas que de tanto coser y cantar acabaron por olvidarse de vivir, es de las que habla este libro de Carmen Domingo, en el que por primera vez se trata de forma amplia y extensa la situación que vivió la mujer durante los cuarenta años de dictadura franquista.

11 thoughts on “«Coser y cantar»

  1. Precisamente hoy es noticia que vuelven a la carga con la Ley de Memoria Histórica, no sé si alegrarme o no prestarle importancia.
    Cansao.

  2. mientras se politice no valdrá la pena. seguro que lo aplauden los de la izquierda consentidora de ciertas dictaduras y los de la derecha consentidora de ciertas situaciones.

  3. Pero no se que tienen que ver otras dictaduras cuando de lo que se habla es del franquismo.
    Saludos
    Cansao

  4. pues que no deja de ser divertido que se intente recordar la represión a la mujer durante una dictadura y mientras, en la actualidad, se apoye otra similar cuya mayor aportación a la igualdad es regalar la olla express.
    ¿de que vale la memoria si seguimos cometiendo y tolerando los mismos errores?

  5. Ya he comentado que de jovencito (años 1955 y sgs.), tuve ocasión de viajar como un imberbe con los ojos muy abiertos, por Francia primero, y centroeuropa después.
    Me gustaría, como ya he dicho demasiadas veces, se recordara como se trató -especialmente en Francia- a las mujeres que no fueron de la resistencia (¡si la mayor parte de Francia fue petenista!), y no digamos a las que por hambre mercadearon con su cuerpo con los nazis.
    ¡Venga ya!; Europa era casi tan mogigata como España; su ventaja: que no tuvieron un Plá y Daniel.
    A los que afortunadamente no nos pueden lavar el cerebro por las experiencias REALMENTE vividas (por muchos que nos cuenten muchas películas)-que no contadas- estos libros nos producen incomodidad por su falta de situación en la ÉPOCA, no sólo española, además europea.Y digo incomodidad por no utilizar términos como «oportunista» (vulgo: hacer dinero o medrar con el poder establecido) y otras que me callo por respeto a esta blog.
    Ángel
    (prometo no contestar más que aquellos que tengan referencias personalmente vividas en aquellos tiempos)

  6. Añado: Mi madre, catalana (casi era un esteoripo), trabajó toda su vida en los negocios de su marido (o sea, mi padre, por si hay algún malentendido, diccionario); gallina clueca como negociante sacrificaba a sus hijos en mor del negocio. No sé lo critico; entiendo su cultura republicana y catalanista aunque trasladada a Aragón dónde no fue entendida.
    Amigos de la blog de Magda; cada uno tenemos nuestra historia; lo triste para mí, es que ninguna de las contadas coincide con mi experiencia.
    Nací en Marzo del 1938 mientras bombardeaban Barcelona; lo he dicho y lo repito.
    ¡No me cuenten mi historia!.
    Ángel

  7. El franquismo llevó al atraso de toda España y a la discriminación de la mujer. Es evidente. Y para el que no quiera tener memoria histórica ahí están las hemerotecas. Era aquella época en que a las madres solteras se les llamaba impunemente putas y se les hacía la vida imposible. Aquella en que las mujeres «decentes» tenían prohibido el placer sexual, pues era pecado, mientras muchos curas y obispos coleccionaban barraganas. Aquella de «a Dios rogando y con el mazo dando». Aquella del sanguinario dictador bajo palio y alabanzas de los seguidores de Cristo.
    Enfin, qué habría sido de España sin esos terribles cuarenta años de oprobio e incultura. Y encima quieren que nos olvidemos…Y todo pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla
    ¿Dictaduras de izquierda y gulags varios? Pues claro que son también repugnantes y terroríficas. Pero aquí estamos hablando de un genocida llamado Franco y de todos los que le siguieron y -qué asco- aún le siguen/defienden con el axioma de que «con Franco vivíamos mejor».
    No te fastidia…y con Hitler los alemanes antisionistas también vivían como Dios…Y los ultranacionalistas vascos también han vivido muy bien bajo el yugo de ETA…
    Es lo que tienen los cobardes: siempre viven bien, caiga quien caiga. Y siempre les dicen a los caídos que olviden, que no revuelvan, que perdonen, que no haberse metido en política…que mejor es mirar para otro lado y pensar que la víctima es la culpable… y que voy a ver qué cuenta hoy el Tomate, patrimonio cultural de esta España mía, de esta España nuestra.

  8. «En fin, qué habría sido de España sin esos terribles cuarenta años de oprobio e incultura?»
    Buena pregunta Akelarre.
    Léete hoy el artículo de El País (nada sospechoso), en su Tribuna, de Julián Casanova (Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza.
    http://www.elpais.com/articuloCompleto/opinion/Mayo/1937/elpepiopi/20070503elpepiopi_12/Tes
    Si no estás suscrito quizás no te dejen acceder, pero seguro que Magda te lo puede proporcionar.
    Saludos

  9. Hola Ángel!
    Cuánta razón tienes. No tenemos medida los escritores que escribimos sobre la guerra civil y la postguerra sin haberlas vivido en primera persona.
    De todos modos eso no es nada, yo cada vez me sorprendo más cuando veo que hay osados que incluso se atreven a escribir acerca del Imperio Romano o de la vida de Jesús, por ponerte un par de ejemplos que se me ocurren ahora.
    Deberíamos limitarnos a escribir sólo de lo que hemos vivido, claro que sí, la investigación histórica en realidad es sólo invención de los autores que nos dedicamos a estos temas y no tenemos la imaginación suficiente para ser novelistas y que no sabemos qué hacer para forrarnos, como dices.
    ¡País! que diría Forges.

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