Y lo llaman «calentón»

El Tripartito II vuelve a tener problemas con la prensa y la libertad de expresión. El último episodio suena a declaración de guerra de un clan mafioso:

LA VANGUARDIA. Jordi Juan – La divulgación de las amenazas del director de la oficina de Comunicació de la Generalitat, Antoni Bolaño, contra el redactor jefe de La Vanguardia Jordi Barbeta provocaron ayer una reacción en cadena en contra de la actuación del alto cargo gubernamental. El Col·legi de Periodistes de Catalunya intervino para pedir explicaciones al Govern de Montilla y calificó de «desprecio absoluto contra la libertad de expresión» sus manifestaciones.

Según denunció Barbeta en un artículo publicado el pasado domingo, Bolaño le amenazó con esta afirmación textual: «Te juro que no voy a parar hasta joderte». La frase se pronunció el viernes por la mañana. A esa misma hora, Bolaño advirtió también a un subdirector del diario con iniciar una campaña contra el grupo editorial en el que trabaja. «Vamos a ir por vosotros. Os vamos a hundir. No nos llaméis en tres semanas porque nadie va a estar a vuestra disposición», añadió. El mismo mensaje, categórico y contundente, fue transmitido a un miembro de la sección de Política. En la tarde de ayer, tres días después de proferirse tales amenazas, Antoni Bolaño llamó personalmente a Jordi Barbeta para pedirle disculpas. «Fue un calentón», se excusó. El origen de este calentón fue la información publicada por La Vanguardia en la edición del viernes donde se divulgaban las alegaciones que el abogado del Estado preparaba para tratar de evitar que triunfase el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra el Estatut. (Continuación más abajo)

La publicación de estas amenazas ha obligado a Bolaño a disculparse finalmente. Y lo ha hecho alegando que todo fue «un calentón», ni más ni menos. ¿De qué tipo de calentón estamos hablando? ¿Locura transitoria, un ataque pasional impropio de la Catalunya del «seny» o un subidón de testosterona? Difícil saber qué es más deleznable, su conducta o sus «excusas». Las de Montilla también son más que decepcionantes. Si el PP amenazara a la prensa de este modo lo llamarían fascismo y si lo hiciera Izquierda Unida, estalinismo. Pero el PSC lo llama calentón… Y ya que hablamos de medios de comunicación, debo decir que ayer volví a mi vigilancia intermitente al programa Àgora (Canal 33). Para reflexionar sobre «qué es lo mejor y qué lo peor del gobierno de Zapatero» no debieron encontrar ninguna hembra disponible. Los invitados de ayer eran: Graciano Palomo, Rafael Nadal, Ernesto Ekaizer, Jordi Barbeta, Julio Ariza y ¡Rafael Vera! Como quería ser honesta, he mirado en la web los programas emitidos anteriormente y he visto que en anteriores semanas sí habían invitado a algunas mujeres. Por supuesto, nunca más de dos y ni soñar con un pleno. Si alguna vez fuesen 5 mujeres de 5 invitados o 6 de 6 alguien podría confundirse y pensar que ha resucitado el ex programa de Cayetana Guillén Cuervo. En fin, después algunos se horrorizan al oír hablar de cuotas. Mejor dejo el tema antes de que me dé un calentón.

(Continuación) El argumento esgrimido por Bolaño era que las alegaciones habían sido presentadas el 2 de noviembre y que ya habían pasado casi cinco meses. Lo que no decía el citado portavoz es que ningún medio había publicado hasta el pasado viernes su contenido. La información permitía facilitar a los lectores conocer con exactitud el punto de vista y la estrategia del Gobierno central de cara a evitar el triunfo del recurso del PP en el Constitucional. Por la mañana, ante los micrófonos de RAC 1 en el programa Minoria absoluta, Montilla aseguró que desde su Gobierno «ni se está presionando, ni se presionará a los periodistas. No es el estilo de este Gobierno, ni se ha hecho, ni se hará, al margen de la orientación y la línea editorial de cada uno de los medios». Montilla agregó sobre la conversación entre Bolaño y Barbeta que «mi jefe de prensa también dice otras cosas que no dice el periodista» y agregó que era una conversación «que no presencié». El PP se unió ayer a CiU en pedir la dimisión de Bolaño. Los dos grupos consideraron intolerable la reacción del hombre de confianza de Montilla y plantearon iniciativas parlamentarias. El portavoz de CiU, Felip Puig, solicitó ayer la comparecencia inmediata en el Parlament del secretario general de Presidència, Isaías Táboas, del secretario de Mitjans de Comunicació, Albert Sáez, y del propio Bolaño. Puig consideró que el hecho era «gravísimo» y «sin precedentes en la historia democrática de Catalunya». Y se preguntó: «Si éste es el talante del director de Comunicació de Presidència en relación con los medios de comunicación privados, ¿qué debe de estar pasando en los medios públicos?». El portavoz adjunto parlamentario del Partido Popular, Daniel Sirera, pidió únicamente la comparecencia de Táboas y reclamó la destitución de Bolaño con el argumento de que si no lo hacía «entenderemos que está asumiendo las amenazas de su jefe de comunicación». El tripartito reaccionó minimizando el incidente. El secretario de organización del PSC, José Zaragoza, se curó en salud asegurando que desconocía «las conversaciones privadas» entre Bolaño y Barbeta. «Si se sentasen y hablasen, seguramente se aclararían las cosas», sentenció. Más parcos aún fueron los dirigentes de ERC e Iniciativa, que prefirieron no decir nada, ni a favor ni en contra, del director de Comunicació del Govern de la Generalitat. El Consell Professional de La Vanguardia sí que intervino en la polémica. En una nota consideró «inaceptable que desde una administración pública se viertan este tipo de intimidaciones contra un periodista», expresando su esperanza en que «se tomen las medidas pertinentes para que estas conductas que atentan contra la libertad de expresión sean erradicadas». Asimismo, el Consell señaló que este caso «debería propiciar una seria reflexión sobre las relaciones entre prensa y poderes políticos».

2 thoughts on “Y lo llaman «calentón»

  1. Te juro que no voy a parar hasta joderte… pero mira que os gusta sacar las frases de contexto a los periodistas, yo lo que veo es una declaración de amor en toda regla…
    el caso es polemizar.
    haz el amor no la guerra.

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