Residuos radioactivos

La provincia española con mayor incidencia de cáncer es Huelva. Greenpeace lleva más de año y medio relacionando este dato con los vertidos radioactivos que se acumulan, inexplicablemente, a tan sólo 500 metros de la ciudad. Y es que la radioactividad en Huelva es 27 veces superior a la permitida por la legislación vigente. A pesar de ello, las autoridades competentes siguen sin hacer nada para evitarlo. Por suerte, empieza a circular información sobre este tema más allá de los medios locales. La Mesa de la Ría (de Huelva) lleva años recogiendo documentación y enviándola a la prensa regularmente. Por su parte, Greenpeace ha logrado que el pasado lunes El Mundo y el telediario de La 2 dedicaran sendos reportajes a hablar sobre su campaña para solicitar al Parlamente Europeo que declare las balsas de fosfoyesos de Huelva «instalación radioactiva» urgentemente.

Según informaba la redactora Olalla Cernuda en «El Mundo», en las balsas próximas a la capital onubense «se vertieron miles de toneladas altamente contaminadas radiactivamente por Cesio-137 procedentes del accidente de la planta de Acerinox en 1998. Según datos del Consejo de Seguridad Nuclear español, la zona presenta niveles de radiactividad de más de 3.500 veces los permitidos por la legislación. Al vertido anual de 2,5 millones de toneladas de fosfoyesos a escasos 500 metros de la ciudad de Huelva, se suma el vertido de ácidos débiles, residuos tóxicos y peligrosos cargados de metales pesados (arsénico, cadmio, plomo…) y de naturaleza radiactiva, que han sido transportados y arrojados ilegalmente tanto a las balsas de fosfoyesos como a las Minas de Riotinto desde el año 1987». Por el momento, las Consejerías de Salud y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía se limitan a decir que la incidencia del cáncer en Huelva se debe «a los malos hábitos de los onubenses», y en concreto, «al tabaquismo y al intenso tráfico rodado». A continuación, cuelgo el reportaje que publiqué justo hace un año en Playboy sobre el tema de las balsas de fosfoyesos y otros puntos de la geografía española altamente contaminados. Para saber más sobre este tema, se puede visitar la web de la Mesa de la Ría y ver en youtube el vídeo de la canción Mama Tierra, de Macaco, grabado íntegramente en la ciudad de Huelva y alrededores.

INDUSTRIA QUÍMICA Playboy – M.B. Marzo 2006 Una vista aérea de la ciudad de Huelva permite ver una gran mancha blanca junto a la desembocadura del río Tinto. Desde el aire parece una espléndida salina, pero en realidad se trata de una balsa enorme en la que se acumulan toneladas de fosfoyeso, un subproducto industrial altamente tóxico. La radioactividad que desprenden los fosfoyesos es más que peligrosa, denuncia Greenpeace. Como ejemplo, citan las muestras que tomaron en marzo de 2005: superaban más de 111 veces el máximo autorizado por la legislación vigente. Según un informe de esta asociación ecologista, en la desembocadura del río Tinto se acumulan más de 120 millones de toneladas de fosfoyesos, lo que convierte a Huelva en “la zona de España con mayor tasa de morbilidad por cáncer”. Los onubenses también presentan la tasa de asma más elevada del país, con un 14,6% de población afectada. Los residuos de cobre, plomo y zinc que se concentran en esta zona son los más elevados del mundo. “La balsa no está impermeabilizada. Para encontrar otra similar hay que ir a Florida, pero allí se encuentra en un desierto, no al lado de un núcleo poblacional como es el caso de la ciudad de Huelva”, señala José Pablo Vázquez Hierro, decano del Colegio de Arquitectos de Huelva y miembro activo de la Mesa por la Ría. “El Consejo de Seguridad Nuclear dice que este territorio ha quedado totalmente desahuciado para cualquier uso”. Por el contrario, Juan Manuel Díaz del Valle, gerente de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva, asegura que las balsas son “absolutamente seguras”, aunque admite que hace unos años se produjo un desbordamiento de los residuos a causa de un viento muy fuerte. “Pero no tiene por qué volver a ocurrir”, agrega. El representante de los industriales químicos onubenses afirma que “si se mide la radioactividad del entorno de Huelva se comprueba que es similar a la de otros lugares más lejanos”. En cualquier caso, cuando se mira un plano de la ciudad la situación resulta insólita. El polo químico se instaló en el año 1964 justo en las playas de la ciudad, donde sus habitantes solían bañarse, en la Punta del Sebo. Allí siguen instaladas seis industrias pesadas, de las cuales cinco son altamente contaminantes como es el caso de Atlantic Coper, Fertiberia y la Central Térmica, enumera Vázquez Hierro. Las fábricas hacen de tapón entre la ciudad y su mar, y ocasionan notables molestias a los ciudadanos. “Hay días en que hay mucha neblina, te escuecen los ojos y tienes reseca la garganta”, explica uno de los vecinos. “Fertiberia es responsable de los vertidos en la balsa. Esta empresa tiene permiso para almacenar hasta 25 metros. Ya han alcanzado los 22 y están preparando su traslado a Argelia para cuando esté completamente llena. ¿Pero quién se llevará entonces lo que han contaminado?”, se pregunta Vázquez. La contaminación ocasiona hasta 16.000 muertes prematuras anuales en España, concluye un informe hecho público por Ecologistas en Acción en febrero de 2006. Este estudio calcula además que unos doce millones de personas respiran aire contaminado en este país. Los datos de organismos internacionales son aún más descorazonadores. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cifrado en 5 millones el número de niños que mueren cada año en el mundo a causa de enfermedades relacionadas con el medio ambiente. Por su parte, la Comisión Europea asegura que la polución acelera la muerte de más de 340.000 ciudadanos al año. Este tipo de amenazas preocupa especialmente a los habitantes de áreas donde los residuos industriales son una constante. Una de ellas es la provincia de Tarragona. El ejemplo más flagrante de presión contaminante es la localidad de Flix, que se hizo fatalmente famosa hace diez años cuando se produjo el mayor escape de cloro ocurrido en Europa hasta la fecha. En total, seis toneladas. Según Greenpeace, el río Ebro soporta en su paso por Tarragona hasta quince puntos de vertidos tóxicos. Un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Autònoma de Barcelona concluyó que ello provoca la acumulación de entre 200.000 y 360.000 toneladas de residuos tóxicos, lo que convierte al Ebro en uno de los más contaminados de la Península. Los ecologistas denuncian que la empresa ERCROS ha vertido 300.000 toneladas de residuos peligrosos en este río. La industria química tarraconense ocasiona notables molestias a sus ciudadanos y alguna que otra nube tóxica. Hace dos años, una fuga de 3.300 litros de acrilonitrilo, estireno y etilbenceno en la empresa Bayer Polímeros de Vila-seca, localidad próxima a Port Aventura, obligó a activar el plan de seguridad exterior de la química de Tarragona en la categoría tres, la más grave. Un miedo similar padecen los habitantes de Martorell, donde se concentran varias incineradoras que emiten sustancias tóxicas regularmente. La fábrica de PVC de esta ciudad ha sido condenada por sus vertidos al río Llobregat. Esta práctica es demasiado común en los ríos españoles. El caso del Nervión, en el País Vasco, es más que alarmante, ya que el lindane, una de las sustancias arrojadas, es muy tóxica. Los europeos van tomando conciencia lentamente de este tipo de peligros. El 93% opina que los productos químicos perjudican su salud según el Eurobarómetro de 2003. También los españoles se muestran cada vez más recelosos. En un estudio realizado por José Gutiérrez Maldonado y María José Bajén, la mayoría de los entrevistados no escondían su inquietud ante el desarrollo de la industria petroquímica, ya que “no favorece el progreso sino todo lo contrario, porque hace que dependamos aún más de la tecnología de otros países”. Asimismo, consideraban que “la industria petroquímica no es necesaria hoy en día porque hay otros materiales más naturales que pueden sustituir a los plásticos”. Precisamente, aquí se encuentra la posible solución a problema. La tecnología permite emplear materiales cada vez menos contaminantes, pero buena parte de la industria funciona como un gran monstruo que se resiste a cambiar y abandonar los malos hábitos. En la actualidad, existen más de 30.000 productos químicos sobre los cuales no se tiene ningún tipo de conocimiento acerca de sus consecuencias para la salud humana. Los científicos han alertado sobre su empleo en actividades tan cotidianas como teñirse el pelo, echarse perfume o “tunear” el ordenador. El Comité Europeo de Médicos europeos declaró el año pasado que “se ha demostrado científicamente que hay un vínculo entre productos químicos y la aparición del cáncer, infertilidad, enfermedades degenerativas del sistema nervioso y alergias”. Desde hace siete años, la Unión Europea está ultimando un reglamento para catalogar las sustancias químicas que se producen en territorio europeo en cantidades superiores a una tonelada anual. Esta normativa recibe el nombre de REACH (Registro, Evaluación y Autorización de Sustancias Químicas) y pretende acabar con el vacío legal que permite que se produzcan en cantidades masivas sin control ni conocimiento de las consecuencias que pueden provocar en la salud de los humanos. En este sentido, se espera que, una vez se hayan catalogado las 30.000 sustancias químicas “descontroladas”, las que son tóxicas para los humanos sean retiradas del mercado. La tarea no es fácil. La lucha entre médicos, ecologistas y la industria en torno a la aprobación del REACH está siendo larga y dura. El sector químico europeo es el más poderoso del mundo. No en vano, de él dependen dos millones de puestos de trabajo directos. La antigua comisaria europa de Medio Ambiente Margot Wallström reveló en su momento que “la presión política a la que se ha tenido que enfrentar la administración europea con ocasión del reglamento REACH ha sido mucho más intensa que la conocida ante cualquier otra propuesta legislativa presentada por la Comisión desde 1999”. Entre otros, se refería a la carta que enviaron a Bruselas Schröder, Chirac y Blair demandando la retirada del REACH. El gobierno de Zapatero también se ha adaptado a las demandas del sector industrial. Por este motivo, ha recibido las críticas de las entidades ecologistas, las cuales suspendieron su gestión medioambiental el pasado mes de febrero, ya que apenas si ha cumplido ninguno de los compromisos propuestos por los ecologistas. Curiosamente, sólo aprobaron al Ministerio de Medio Ambiente y a su responsable, Cristina Narbona. El problema, según estas asociaciones, es que el espíritu ecologista no impregna las actuaciones de Industria o Fomento, y hay poca comunicación entre los diferentes ministerios. Del mismo modo, los ecologistas reclaman que se trabaje definitivamente en la prometida Ley de Medioambiente, algo esencial teniendo en cuenta las lagunas que existen en este país. Un ejemplo de ello es la falta de normativa sobre límites legales, como ocurre con el arsénico. Las cantidades máximas de este peligroso cancerígeno están reguladas en varios países europeos. En España, por el contrario, no existe nada al respecto. Desgraciadamente, la investigación tampoco se encuentra en su mejor momento. Aunque el gobierno del PSOE prometió incrementar el presupuesto para este fin, lo cierto es que finalmente lo ha hecho en investigación militar. Curiosamente, es la industria química la que más dinero destina a este objetivo. Tal como explica Juan Antonio Labat, director de Comunicación de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), el único sector que “ha logrado reducir sus emisiones totales de gases de efecto invernadero” es el de la química. En cambio, el conjunto de España “ha incrementado sus emisiones por encima del 40%”. En cualquier caso, los responsables de FEIQUE admiten sus recelos ante la Nueva Política de Productos Químicos de la Unión Europea. La primera propuesta del REACH “contenía numerosos defectos que, sin lugar a duda, hubieran puesto al sector, y esencialmente a las pymes, en una situación muy difícil. Los estudios de impacto de esta propuesta cifraban las consecuencias de esta normativa para España en la pérdida del 1,6% del PIB durante 10 años, y la destrucción de 280.000 puestos de trabajo”. Para redondear su argumentación, Labat recuerda que la industria química española ocupa a medio millón de personas y supone el 10% del PIB. Concretamente, es la séptima productora del mundo. Ante la guerra de datos, hay quien esgrime los estudios que aseguran que un REACH adecuado podría evitar hasta 50.000 casos de enfermedades respiratorias. También hay quien echa en falta una Erin Brockovich, la estadounidense que se enfrentó a los responsables de la contaminación de las aguas de un pueblo cuyos habitantes sufrían serios problemas de salud. Encarnada en la gran pantalla por Julia Roberts, Brockovich se convirtió en un símbolo para los que exigen que las empresas dejen de anteponer el interés económico a la salud pública. En este sentido, recuerdan que el problema de la polución no afecta sólo a quien vive junto a una petroquímica. Los tóxicos se transmiten a través de toda la cadena trófica. Por eso no sólo daña a todos los ciudadanos que ingieren la leche de una vaca que pasta cerca del foco contaminante, sino también a quienes, a miles de kilómetros, ingieren la nata fabricada con ella y adornan un plato de fresas, regadas tal vez con agua contaminada.

ALGUNAS SUSTANCIAS ESPECIALMENTE CONTAMINANTES La ONG Ecologistas en Acción presentó un informe el 15 de febrero DE 2006 en el que se analizaba cuáles son las sustancias más contaminantes que están afectando seriamente la salud de los españoles. Partículas en suspensión. Son las sustancias más peligrosas para la salud. Provienen, sobre todo, de los procesos de combustión. Entre otros, incluyen cenizas y condensación de gases, y provocan diferentes tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. La legislación europea establece que el límite diario que puede respirar una persona de este tipo de partículas sólo puede superarse 35 veces al año. Sin embargo, se dieron casos alarmantes. Bailén lo superó 256 veces, Valladolid 139, Getafe 149, Madrid 124, la localidad gaditana de Los Barrios 141, Jaén 124 y Barcelona 93. Dióxido de nitrógeno (NO2). Se debe, sobre todo, a las emisiones de los automóviles. Según Ecologistas en Acción, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Barcelona y algunos puntos de Andalucía incumplieron los límites durante el año pasado. Alcorcón alcanzó los valores más altos.

DATOS CURIOSOS * El último estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecía que las siete ciudades más contaminadas del mundo son México D. F., Pekín, El Cairo, Yakarta, Los Ángeles, Sao Paulo y Moscú. * Las ciudades más “saludables” son las suizas y las del norte de Europa, entre las que destacan Copenhague, Ámsterdam y Hamburgo. * La contaminación atmosférica provoca en España tres veces más muertes que los accidentes de tráfico y cien veces más que los accidentes laborales. La contaminación atmosférica produce cada año 32.500 muertes por cáncer en la Unión Europa. * Una persona está permanente expuesta al contacto con sustancias químicas en su vida cotidiana. Sólo se conoce las propiedades del 2% de todas ellas. * La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que cada año mueren en todo el mundo en torno a 440.000 personas a causa de un accidente laboral relacionado con la exposición a sustancias químicas.

EL DIESEL, EL GRAN ENEMIGO DE LA SALUD El agente contaminante más peligroso al que se enfrentan habitualmente los españoles son las partículas emitidas por la combustión del diesel. Los automóviles con motor diesel consumen menos carburante, pero aun así resultan más nocivos que el resto. Los vehículos ligeros que funcionan con este tipo de combustible emiten entre 50 y 80 veces más partículas que los que utilizan gasolina. En el caso de los vehículos pesados, la cantidad aumenta hasta 100 y 200 veces más. El auge de los 4×4 y los monovolúmenes que funcionan con diesel ha hecho que la situación en los núcleos urbanos se deteriore notablemente. Desde hace algún tiempo el parque de vehículos que consumen diesel supera en España al de los que circulan con gasolina.

One thought on “Residuos radioactivos

  1. Curiosa la indiferencia que provoca este tipo de noticias teniendo en cuenta que son problemas muy importantes, pero somos tan idiotas que preferimos pelearnos por De Juana y el Betis. Si es que tenemos lo que nos merecemos.
    Salud para todos, sobre todo salud!!

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