Olé France2

Me encantaría ver un reportaje igual de fresco y bien realizado por estas latitudes, pero de momento recomiendo disfrutar de esta «perlita», emitida por France2. Aunque debo admitir que ayer TVE me hizo sonreír. La pura casualidad hizo que descrubriese un sorprendente reportaje sobre arqueología incluido en La aventura del saber (La 2). No sé qué me impulsó a quedarme viendo cómo restauraban unas vasijas de cerámica de la sociedad argárica (que surgió hace más de 4.000 años), de la que no había oído hablar en mi vida. Pero hubo premio.

De repente, la pedagógica narración de los expertos que presentaban los hallazgos de una excavación en La Bastida de Totana (Murcia) empezó a destilar un punto de vista muy próximo al de los “indignados” e incluso rozó el anarquismo. Y las imágenes que ilustraban el “inofensivo” reportaje pasaron de retratar el típico yacimiento -estamos hablando, ni más ni menos, que de “La aventura del saber”- a incluir escenas de los Mossos reprimiendo a los manifestantes en Barcelona, helicópteros militares y favelas brasileñas. Además, el arqueólogo-presentador denunció, entre otros, que el I+D se dedique a la industria armamentística y que las multinacionales especulen con los cereales. A continuación, reproduzco el discurso final de Roberto Risch, arqueólogo de la UAB, pero aconsejo «verlo» (del minuto 4:07 al 20:10). Sus palabras siguen a las de uno de sus compañeros, que acababa de decir: “Estamos ante el ejemplo claro, en este caso arquitectónico, de la manifestación del poder, de las clases dominantes. Y al mismo tiempo vemos que las clases dominadas no tienen presencia (…). Hemos dicho que en esa sociedad hay ricos y pobres, explotadores y explotados. Y existe algo intermedio, y ese intermedio entre explotadores y explotados siempre es la burocracia. (…) ¿Por qué es un asentamiento burocrático? Porque se está controlando y gestionando los recursos. Se está almacenado para redistribuir y esto lo hace, por supuesto, esa élite (…). Si hay burocracia , hay que pensar que la institución que estás detrás de ella es una institución estatal.

Roberto Risch: “Hace unos 3.500 años, hay un cambio ideológico (que hace desaparecer la cultura argaica) que sólo oculta una realidad mucho más dramática, que se basa en la insostenibilidad de la agricultura argárica. Una agricultura y una alimentación basada en genera, en un 90%, en la cebada. Y esta agricultura es extensiva, crea deforestación y supuso el inicio de la “aridización” del sudeste, de sus valles… Sobre todo, eso nos enseña que también hoy la agricultura sigue en manos de unos pocos que especulan con los precios de los cereales y de los alimentos. ¿Qué nos enseña en general la historia del Argar? ¿Qué podemos concluir? Bien, vemos que, con La Bastida, hace 4.000 años se inauguró una nueva forma de vida. Y vemos que la ciudad genera enormes recursos, concentra energía, concentra riqueza,. Lo malo es que desde su inicio, en La Bastida, parece que esta riqueza siempre es para uno y excluye a otros, margina a otros. Problemas de chabolismo, problemas de contaminación, problemas de miseria… son típicos todavía hoy en nuestras ciudades, donde vive la mayor parte de la población humana. Y también el Argar, y lo que hemos, visto nos enseña cómo esta población delegó en una administración las decisiones, igual que hoy (imágenes de ejecutivos, del London Bridge…). La administración, con su burocracia, genera normas, genera protocolos de reparto de la riqueza y deja a la sociedad sin influir, parece que la administración regula en función de un bien superior y la sociedad delega en ella (imágenes de parlamentarios europeos), sin tener ya capacidad de incidir. Y lo grave es que esas administraciones, precisamente, usaban las riquezas no sólo para favorecer a unos, sin para generar medios de violencia, como vemos también hoy. La mayor parte de los recursos (imagen de un helicóptero militar) de investigación desarrollo están dedicados a la industria armamentística y a la formación de ejércitos. Y todo esto nos lleva, en definitiva, a preguntarnos si la historia de los últimos 4.000 años, la vida en las ciudades, no tiene ninguna alternativa. Si siempre va a ser igual (video y audio de indignados catalanes ante los Mossos gritando “Aquestes són les nostres armes”). Y pensamos que la historia del Argar y su final, hace 3.5000 años, nos muestra que hay caminos diferentes, que la historia no es una concatenación mecánica de acontecimientos, sino que la sociedad puede decidir si quiere ir en una dirección o en otra. Y eso, de alguna forma, genera esperanza (imagen de unas pegatinas colgadas en una farola en la que se lee “Que la paguin ells (la crisi)”.