Islandia, una revolución con copyleft

Las revolución islandesa es muy silenciosa, poco «fotogénica». Empezó en enero de 2009 y desde entonces ha transformado el modo de hacer política de este país, además de nacionalizar a la banca, entre otros muchos logros. Los ciudadanos de Islandia volvieron a votar «no» el pasado 9 de abril en un referéndum en el que se les preguntaba qué hacer con las deudas de la banca. El simple planteamiento es revolucionario. Por ese motivo, es más necesario que nunca contar con una «Corresponsalía en Islandia», tal como muchos reclaman en los últimos tiempos. En colaboración con el escritor Óttar Norðfjörð, este blog publicará regularmente entrevistas con protagonistas de una revolución que tiene copyleft.

Óttar Norðfjörð Óttar Norðfjörð, escritor «Los islandeses aún estamos aprendiendo a protestar» El primer entrevistado de la serie es, precisamente, Óttar Norðfjörð, uno de los impulsores de la Corresponsalía en Islandia. Este escritor, nacido en Reikiavik en 1980, es autor de varias novelas de éxito en su país, que han sido traducidas, entre otros, al alemán. A finales de este mes, publicará en castellano “La cruz solar” (Duomo Ediciones). Norðfjörð también es conocido por ser un activista cultural. Actualmente, vive buena parte del año en un pueblo de Sevilla.

Los islandeses volvieron a votar “no” el pasado 9 de abril en el referéndum que les preguntaba si querían pagar a Holanda y Reino Unido la deuda contraída por sus bancos. ¿Qué opinas al respecto? Todavía tengo sentimientos encontrados respecto el referéndum, ya que esperaba que la cuestión del Icesave ya estaría más que resuelta a estas alturas (¡ya han pasado más de 2 años!). Pero en mi opinión, creo que la nación islandesa tiene algo de responsabilidad y debería devolver una parte de la cantidad demandada a Holanda y al Reino Unido. A mi modo de ver, los gerentes de los bancos islandeses crearon la deuda, pero se les permitió hacer básicamente lo que quisieran porque el reglamento en Islandia casi había desaparecido. Y eso sucedió a causa del gobierno que eligió la opinión pública, el formado por el partido de derechas «Sjálfstæðisflokkurinn» o Partido Independiente. Ellos han gobernado Islandia desde 1991 y privatizaron la banca en 2002. (Después, nacionalizaron las tres principales entidades. Lo hicieron antes de la revolución, pero fue más un acto desesperado para salvarlas de la quiebra que un acto ideológico). ¿Cómo se gesta la “revolución” en Islandia? Es difícil explicar cómo empezó todo. Simplemente se produjo una escalada, desde las primeras protestas tras la crisis financiera de octubre de 2008 hasta que las calles empezaron a llenarse de gente en enero de 2009 pidiendo deshacerse de los políticos que tenían la culpa de aquella situación. Podría decirse que la “revolución” comenzó en enero de 2009 de manera bastante pacífica, si la comparamos con las de otros países. Nadie fue herido gravemente y el vandalismo fue escaso. Después, todas las revoluciones que le han seguido, y ya van unas cuantas, también han sido bastante pacíficas. ¿Cuáles son sus principales objetivos? El objetivo principal de la revolución de enero de 2009 fue, sin duda, que se celebraran nuevas elecciones, algo que la opinión pública llevaba semanas pidiendo. Finalmente, los ciudadanos votaron por un gobierno de izquierdas que es el responsable de cada movimiento que Islandia ha hecho desde entonces para tratar de salir de la crisis. Los referéndum sobre la devolución de la deuda bancaria también pueden vincularse al «espíritu de la revolución». Aunque la decisión de convocarlo fue del presidente, este lo hizo tras detectar el deseo de los islandeses de no pagar la deuda, convencidos de que la carga no debía recaer sobre ellos. Por último, la idea de revisar la Constitución también fue una de las primeras reivindicaciones que se plantearon. ¿Cómo surgió la idea de hacer Islandia en un paraíso para la libertad de prensa? Probablemente, todo comenzó cuando Julian Assange (fundador de Wikileaks) fue a Islandia en la primavera de 2010 y desde aquí filtró, entre otros, un vídeo de Irak en el que se mostraba a civiles inocentes asesinados. Una de las principales impulsoras de la Iniciativa islandesa para medios de comunicación modernos es la diputada Birgitta Jónsdóttir. Convertir en el país en un paraíso para la libertad de prensa es fantástico, porque gente como Assange no deberían ser considerados criminales por querer divulgar entre la opinión pública lo que esta tiene derecho a conocer. Los islandeses nunca han sido demasiado dados a las protestas. ¿Sientes que han cambiado? Yo diría que, finalmente, los islandeses aprendieron a protestar después de la crisis financiera y la crisis en octubre de 2008. Hasta entonces no estaban acostumbrados a hacerlo. Eso es lo que hace tan interesante la revolución de enero de 2009. Antes sólo habían protestado con la misma fuerza y entusiasmo (en 1949, con motivo del ingreso de Islandia en la OTAN). Ahora es mucho más común ver a la gente manifestándose en el centro cuando se sienten ofendida. El ejemplo más reciente es el de los juicios a los nueve individuos acusados de asaltar el Parlamento en el clímax de la revolución islandesa. Teniendo en cuenta que los islandeses aún estamos aprendiendo cómo protestar, no existen estructuras muy organizadas. No existen verdaderos líderes, sólo algunas caras familiares que siempre están allí y hablan delante de la multitud. Son personas normales que, simplemente, sienten qué es lo que deben hacer. No tienen demasiada experiencia, pero poco a poco están aprendiendo. También hay que destacar a un grupo de jóvenes, a menudo vestidos de negro y con máscaras, que han ayudado mucho en la revolución de Islandia. Se encargan de hacer esas pequeñas cosas extra que unen a la multitud, ya sea burlarse de los políticos de manera simbólica o haciendo fuegos para que los manifestantes mantuvieran el calor durante las noches frías (como las de enero de 2009). Sospecho que esas personas saben cómo protestar, aunque nadie conoce sus caras.

7 thoughts on “Islandia, una revolución con copyleft

  1. Sinceramente creo que deberìamos copiarnos a Islandia es vergonzoso que la crisis la creara la Banca y los gobiernos y los trabajadores tengamos que pagarlas.
    deberíamos leer el libro «Indignate» de Stéphane Hessel, debemos reaccionar ya que sino seremos «esclavos de 4 dueños del mundo.

  2. Yes, Ramon, I think this kind of revolution is exportable, but I’m not sure what has to happen in Spain for the public to take the streets and protest. In Iceland, the public felt the victim of great injustice and as a consequence, revolted.

  3. Estupenda iniciativa de la corresponsalía.
    A ver si aprendemos algo porque la pasividad de occidente y la autocomplacencia son bochornosas!
    Enhorabuena a los dos.

  4. Tienes mucha razón, Óttar, cuesta imaginar qué haría falta que pasara en este país para que nos movilizáramos.
    Aquí nos pueden tomar el pelo como quieran porque mientras haya fútbol estamos distraidos.
    felicidades por vuestra revolución. Sois un ejemplo

  5. A los islandeses les prestaron dinero, lo gastaron y ahora no quieren devolverlo. ¿Que tiene eso de revolucionario? ¿Que lo hicieran por referendum? Estoy seguro que holandeses e ingleses (sus acreedores) están encantados con ellos.

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