Debate a tres bandas (que no bandos)

Después de la charla con Boris Matijas y Rafa Panadero les propuse que cada uno de nosotros redactara un pequeño texto resumiendo las ideas principales para poder colgarlas en la web. Ninguno de nosotros debía leer el texto de los otros dos hasta haber escrito el suyo propio. Ellos cumplieron en seguida. Yo he tardado más en escribir, lo siento, chicos. A continuación cuelgo los tres seguidos: RAFA No era la primera vez que salía el tema de los nacionalismos en una conversación con Magda y Boris. Suele salir. Lo que pasa es que últimamente sale cada vez más a menudo; desde hace meses no dejan de aparecer declaraciones, noticias, comentarios, valoraciones, predicciones…. sobre el futuro estatuto catalán, cada día, en casi toda la prensa; supongo que eso tendrá algo que ver. ¿Fue una conversación más entre una catalana y un madrileño hablando de lo de siempre? Pues en muchos aspectos, sí, sobre todo en uno: no llegamos a ninguna conclusión. Además de eso, probablemente desde fuera el no catalán, o sea yo, pareció un españolista radical contrario a la independencia de Catalunya. No es así, pero de eso habrá que hablar más despacio para intentar explicarlo. Al margen de todo, si intento quedarme con dos ideas de lo que hablamos me quedo con estas:

1. Qué puede pasar si en el Parlamento español dicen no a la reforma del Estatuto que salga del Parlamento catalán. Zapatero dijo en su día que daría por bueno lo que saliera de Cataluña, y según contaba Magda, después añadió lo de que “siempre que esté dentro de la Constitución”. Yo creo que si en su día no lo dijo es porque no era necesario, se tiene que entender que si un parlamento autonómico discute una reforma de un Estatuto que está incluido dentro de la Constitución lo lógico es que el nuevo texto tenga que estar dentro de esa Constitución. Sobra la aclaración. Puede que no nos gusten las reglas del juego pero son las que hay y hay que respetarlas. Puede también, para mí es obvio, que haya llegado el momento de cambiar esas reglas, pero cada cosa a su tiempo: mientras sigan vigentes hay que respetarlas porque si no esto es un descontrol. Mi conclusión, por el momento, a la espera de que sigamos hablando del tema, es clara: tenemos que abordar en serio la reforma de esa Constitución para que deje todo el hueco que reclaman todas las naciones que forman España, empezando probablemente, aunque sea por cuestión de actualidad, por Cataluña. Pero mientras ese cambio en las reglas de juego no llegue, tenemos las que tenemos y hay que jugar con ellas. Me pondría a hacer una comparación futbolera pero Magda habló de sólo unas líneas, así que por el momento, basta. 2. Lo que más me llamó la atención de la conversación de la otra noche es que además de la catalana y el madrileño, en ella estaba el serbocroata, o sea, Boris. Poca gente puede hablar con más conocimiento de causa que alguien como él de lo que son los nacionalismos, sus peligros, sus causas, su errores, sus aciertos…. Y daba bastante miedo escuchar a Boris decir que veía todos los paralelismos posibles (argumentos, personajes políticos, amenazas, boicots, excusas o razones económicas….) entre la situación en la antigua Yugoslavia antes del año 90 y la actual en España. Da qué pensar. En cualquier caso creo que hay una diferencia importante a la que hay que agarrarse: allí había una dictadura, aquí, con todas sus pegas y problemas, tenemos una democracia. Supongo que debería valer. MAGDA No sé cómo empezó la charla, aunque cada vez que nos vemos Rafa y yo intentamos ponernos al día. Y siempre saltan las chispas. Curioso, teniendo en cuenta que él no es nacionalista español y yo no soy nacionalista catalana. Se lo dijimos a Boris y él insistió una vez más en que debemos hablar mucho y ser todos muy flexibles. Nos lo recomienda porque, según él, hay demasiadas similitudes entre su península y la nuestra. Una vez más, yo intenté explicarle a Rafa algunas de las cosas que se oyen por esta parte del Ebro. Le resumí algunos argumentos que voy oyendo y leyendo a diario: 1. Que la mayoría de los catalanes (las generalizaciones suenan fatal) no entenderían que el Congreso rechazara un Estatut consensuado por más del 88% de los parlamentarios catalanes (lo más probable es que el PP lo rechace; esta fuerza política representa el 11,87% de los votos) alegando que no se ajusta al 100% a la Constitución. Boris dijo que Serbia cometió un error al no ser flexible con Eslovenia y Croacia cuando plantearon la reforma de sus estatutos. 2. Que por estas latitudes se oye cada vez más a menudo que la Constitución se tiene que reformar. Rafa decía que ya se ha planteado, que ya se está trabajando en ello. Yo añadí que sólo referido a la sucesión de la Corona y el Senado, o sea, nada realmente sustancioso. Por eso muchos temen (tememos) que esos retoques se consideren “la” Reforma y que haya que esperar otros 25 años para revisar algún apartado. También oigo y leo a muchísima gente quejarse de la “sacralización” de la Constitución. Rafa dijo que tal vez aún no estamos preparados para una reforma mayor, que se necesitan aún unos añitos para ir trabajando el tema. Está en contra de que el Estatut viole la Constitución bajo ningún concepto, pero está a favor de que se reforme llegado el momento. 3. Le dije que también percibía un cambio de estrategia de Carod-Rovira. Unos días antes decía en una entrevista que le hacía en televisión Àngel Casas que muchos catalanes hijos de andaluces son independentistas porque quieren cambiar el sistema de financiación. Como ejemplo, se puso demagógico y habló de El Carmel y aseguró que si gestionáramos nuestros propios recursos no habría que estar esperando a que llegaran de Madrid. No obstante, comenté que cada vez oigo a más gente que se expresa básicamente en castellano decir que existe un desequilibrio económico y que hay que acabar con él. Añadí que los emigrantes de los 60 y los 70 se quejan a menudo de que sus familiares que se quedaron en el sur viven mejor que ellos, que tienen mejores casas, cobran el PER, etc. También recordé que aquí se ha hablado bastante de la última estadística sobre la pobreza en Cataluña. Boris añadió que si los políticos se centraran en lo económico en vez de en los derechos históricos obtendrían más éxito entre la población . 4. También dije que percibía que últimamente todo el mundo estaba más nervioso, que se habían reavivado los tópicos, y tanto la gente como los medios se habían radicalizado. Le hablé a Rafa de las largas cadenas de e-mails reenviando los exabruptos de Jiménez Losantos y cómo también tuvo su repercusión un infame artículo de Oriol Malló en el Avui. Dije que este tipo de mensajes y de politizaciones me dan mucho miedo, dejan un poso muy peligroso. Por eso opino que los medios de comunicación tienen que ser muy cuidadosos y más responsables (él también es periodista, trabaja en la Cadena SER). Como ejemplo, le puse el programa “59 segundos”. Me gustaba mucho al principio, pero luego se convirtió simplemente en una especie de “Moros y cristianos” político. Se busca el enfrentamiento dialéctico entre opuestos, todo muy espectacular, muy Real Madrid-Barça (por cierto, que Rafa es del Athletic de Bilbao, Boris del Deportivo de la Coruña y yo del Málaga). Lo que se necesita es encontrar gente con capacidad crítica, pero que realmente quiera dialogar. En este país se ha perdido el debate serio. Los periodistas son una especie de intelectuales de partido. 5. Hablamos de la lengua catalana, por supuesto. El tema parece complicadísimo, aunque no debería serlo en absoluto. No me voy a alargar, no sé si los muchachos han escrito mucho sobre el tema. Sólo diré que siempre que me visita Rafa me saluda con un “ja sóc aquí” y que cuando presentó su libro “Obesos” en la FNAC de Barcelona se marcó una charlita en catalán que vale la pena oír (se consigue con un click en la portada del libro que aparece en la web enlazada, ;-)). Él está enamoradísimo de Barcelona y yo de Madrid. Por eso nos preocuparon especialmente los consejos de Boris, quien nos observaba con una expresión extraña. BORIS MATIJAS Anoche Magda, Rafa y yo quedamos por primera vez los tres juntos desde que fuimos a Kosovo el pasado septiembre. Subimos a un terrado con vistas espléndidas a toda Barcelona y se veía que Rafa disfrutaba muchísimo estando allí. Por momentos la mirada del madrileño ganaba una expresión algo melancólica. No sé si era la belleza de la vista o el lamento por el futuro que se presenta en algunos discursos nacionalistas. ¿Será posible que algún día sea solo un turista más en Barcelona? ¡¿Un guiri de Madrid?! En España, en los últimos años, los políticos y los llamados intelectuales han llegado a decir muchas burradas y en el primer plano mediático han aparecido unos personajes cuyo perfil me recuerda muchísimo a los oportunistas políticos de la ex Yugoslavia que a principios de los noventa se aprovecharon del resurgir de las aspiraciones nacionalistas para liarla bien y obtener beneficios personales. Esos personajes irresponsables no tardaron mucho en ganarse el apoyo público. Solo tuvieron que alimentar la inconsciencia, el infantilismo y la siempre presente irracionalidad humana, y después achacar todos los problemas comunes a “los otros”. La bola de nieve fue avanzando y afectando cada vez a más destinos humanos. Antes de que se dieran cuenta, los que decían “a mí no me pillará, yo no pienso así” fueron alcanzados por su fuerza y fueron cayendo cada día más bajo mientras repetían: “No puede ir a peor, no puede ir a peor”. Cuando la avalancha tocó el suelo, esos destinos se encontraron completamente desorientados. Perdidos, repetían: “¿Qué pasó, que pasó?” Después de una caída tan siniestra todo parece tan rápido que tener tiempo para pensar, reflexionar y dialogar es todo un lujo. Por eso espero que todos en España, en el Estado Español o cualquier otro nombre que quieran utilizar para definir este territorio (el nombre es lo menos importante) aprovechen este tiempo para pensar, reflexionar y sobre todo para dialogar. Tal como lo hacían Magda y Rafa la noche pasada. A veces se les veía incómodos por mis observaciones y los paralelismos que establecía entre esta situación y el pasado reciente de mi país. A ratos sus posturas y visiones del futuro eran completamente distintas pero las ganas de seguir hablando les alejan de la “avalancha”. Para acabar, sólo una frase de Herman Hesse: «Para mí no hay ni patria ni ideales, todo eso no es más que el escenario para los señores que preparan la próxima carnicería» – El lobo estepario.

15 thoughts on “Debate a tres bandas (que no bandos)

  1. Es importantísimo hablar.
    Miren el grado de conocimiento, respeto y comprensión que hay en esta bitácora entre gente tan diversa ideológicamente; tan «iguales» de «seny» (sentido común-templanza)

  2. Interesante el intercambio de opiniones entre tres mentalidades diferentes. Un o una nacionalista vasco os hubiese hecho falta para redondear la diatriba, y además aquí tenemos para elegir, nacionalistas de derechas, moderados, de izquierda soft, de la izquierda radical… Toda una tribu cada uno con sus sensibilidades intocables. Hasta el día de hoy había un chiste que marcaba un tanto nuestra idiosincrasia «Patxi, para qué vamos a discutir, si lo podemos solucionar a h*stias!!!». Hoy parece que las cosas van por otros derroteros. O al menos ese es el deseo de muchos.

  3. La verdad es que a mi me ha dado mucho que pensar y reflexionar… Los paralelismos que comenta Boris… ¡son espeluznantes!
    Es importantísimo hablar tal y como lo hacéis vosotros!

  4. Pues no se. A mi me da la impresion de que por mucho que se hable, el problema es que lo hacen «una catalana» y «un madrileño». Se habla desde la diferencia intentando solucionar problemas de convivencia y de autonomia cuando a lo mejor lo que habria que hablar es de cual es la forma mas eficiente de gestionar unos recursos.
    Yo no creo que un madrileño sea diferente de un catalan, un murciano o un chino. Y cada vez me da mas la impresion de que se trata de ciertas personas que intentan conseguir poder con el nacionalismo como excusa.

  5. Yabu, creo que queda clarísimo que ninguno de los tres -ni nadie con algo de cerebro- puede pensar que un madrileño o una catalana son diferentes a una china o un andaluz. Pero en este mundo existen diferentes realidades culturales, políticas, de sexo, etc…
    Aquí se está hablando del Estatut de Cataluña y en la confrontación de algunos de nuestros políticos. Precisamente, por eso hablamos. Porque no nos creemos esa confrontación y no queremos que nos arrastre. En el post de abajo nos definíamos como:
    – madrileño-manchego
    – catalano-malagueña
    – serbocroata
    Era una manera de saltarnos esa división. En este post éramos «madrileño» y «catalana», usamos nuestros «gentilicios» a secas porque la idea era más bien hacer de «corresponsales». Porque lo que es seguro es que algo está pasando últimamente y las cosas no se ven del todo igual a un lado y el otro del Ebro.
    Creo que tiene bastante sentido que una catalana y un madrileño hablen de lo que piensan sus vecinos sobre el Estatut. Aunque no estaría mal que lo hicieran un catalán y una murciana, o una catalana y un gallego, etc.
    Los nacionalistas oportunistas existen. Lo son Acebes hablando continuamente de que la política del PSOE supone el «desguace» de España, ya que con la política económica no se puede meter (de momento). Por supuesto, lo es Carod-Rovira cuando se hace el mártir y se pasa el día lamentándose y lo es Rodríguez Ibarra con sus continuos y populistas exabruptos para cosechar aplausos.
    Los nacionalismos existen y no son enfermedades (aunque haya nacionalistas enfermizos -de uno y otro lado-). Valdría la pena que la gente se interesase por sus motivos, su historia y su cultura antes de lanzarse a atacarlos por sistema. En cualquier caso, no se acaban con «depredadores», como apuntabas en un comentario al post anterior. En mi opinión, las cosas se arreglan con mucho oído y muchos viajes arriba y abajo, con inteligencia y con mucha sensatez. E intentando ponerse en la piel del (falso) «otro».

  6. Contestando a Magda
    1º El Parlament no representa la verdadera opinión de la ciudadanía catalana, en el sentido de que a la gran mayoría les es indiferente l’Estatut. Están gobernando/legislando para unos pocos. Mientras tanto, no afrontan los verdaderos problemas que nos afectan diariamente.
    2º El texto es claramente inconstitucional (lo leí hace meses), así me pronuncié en mi bitácora. Recientemente comienzan a reconocerlo desde el PSC-PSOE.
    3º Es difícil que se apruebe en Catalunya y mucho menos en Las Cortes. De aprobarse, será con bastantes retoques.
    4º Sólo saldrá a la calle, de hacerlo, ERC. Armarán ruido y poco más. Tal vez algunos exaltados vuelvan a los viejos tiempos (Terra Lliure), aunque no creo.
    5º ¿Cuánta gente es partidaria de Reformar la Constitución? Poquísima, es un tema que no les interesa. Admitirían ligeros retoques, poco más.
    6º De reformarse, se ha de hacer dentro del procedimiento, no desde un Estatuto.
    7º Por cierto, los Estatutos derivan de la Constitución, no estando en el mismo rango, algo que muchos olvidan (no es tu caso). La Constitución se aprobó en Cataluña con más del 90%, mucho más que l’Estatut.
    http://nauscopio.coolfreepages.com/Constitucion_Espanyola/imagenes/referendum_constitucion_espanyola_1978.png
    8º El nacionalismo imperante por estos lares es cada vez más excluyente.
    9º El problema está en las jerarquías, nomenclaturas de los PARTIDOS, no en los ciudadanos, los cuales, en su gran mayoría, no buscan conflictos ni confrontaciones.
    10º Soy catalán y no por ello nacionalista. Para mí primero son las personas, por lo que la exacerbación de sentimientos colectivos dista mucho de mi pensamiento/ideario.

  7. Bueno, he leido con atención las distintas aportaciones. Mi impresión es que resulta dificil decir cosas nuevas respecto al nacionalismo y el caso español y que resulta una pobre conclusión apelar al voluntarismo de dialogar. Pues claro que hay que dialogar. Ni siquiera lo de las supuestas similitudes con la ex-Yugoslavia es novedoso; desde Madrid se repite in cesar: forma parte de la consabida cantinela del PP. Hablar de nacionalismo es como hablar de fútbol. Se difunden ideas, todo el mundo ya tiene una visión preconcebida que no variará y resulta dificil aportar nuevos elementos. Lo único que me ha llamado la atención es la impresión que tiene Magda que los andaluces radicados en Cataluña viven peor que sus parientes que no emigraron y que exista también entre ellos esa sensación de agravio comparativo.

  8. Excepcionalmente, por alusiones, voy a contestar por separado a Maty y a Albert, pero después voy a retirarme un poquito del debate para que hablen otros y también para trabajar, que no me cunde nada. Gracias por el tono del debate, la verdad es que es un gustazo charlar así. Muchos saludos.
    Contestando a Maty:
    En el post “resumía” más que “opinaba”. Ahora intentaré opinar:
    1.A QUIÉN LE IMPORTA EL ESTATUT. Completamente de acuerdo en que este Govern no está afrontando “los verdaderos problemas que nos afectan diariamente”. Ya lo escribí hace bastante tiempo en este mismo blog. Por eso mismo, creo que la gente, hastiada de tanto oír hablar del Estatut, no entendería que sus políticos se pasaran medio mandato “concentrados” en elaborar un texto, sin hacer política del día a día, y que luego fuesen incapaces de aprobarlo. Algo tendrán que aprobar. Si no, sería/será escandaloso.
    Coincido en que la gente no está preocupada por el Estatut, pero sí hay una gran mayoría que dice estar harta del sistema de financiación. Y ahora añadiré que no es mi caso. A mí no me importa quién gestiona “mi” IRPF si se utiliza bien (¿Barcelona? ¿Madrid? ¿Bruselas?). A mí –como también decía hace algunos posts más abajo- me interesa que se apruebe un Estatuto del (trabajador) Autónomo, que estoy frita.
    2. LA CONSTITUCIóN. Dices que “el texto es claramente inconstitucional”. El Consejo Consultivo también lo acaba de determinar así (4 votos frente a 3). Por eso, entre otros, el texto aún no es definitivo, sigue debatiéndose. Si se hacen los retoques correspondientes, para muchos sería difícil entender la oposición al texto (entre otros, porque si algunos quieren siempre le encontrarán pegas, cláusulas, puntos y comas inconstitucionales, etc”. De ahí lo de la lectura flexible o rígida).
    Me preguntas “¿cuánta gente es partidaria de Reformar la Constitución?” Deberíamos ver los datos concretos, yo no los conozco. Creo que según el lugar, pocos y/o muchos. Ese es, precisamente, el “problema” de este país.
    Y recuerdas que “la Constitución se aprobó en Cataluña con más del 90%, mucho más que el Estatut”. Han pasado 25 años, dos momentos históricos muy pero que muy diferentes. Sería interesante ver qué votarían hoy los catalanes en un referéndum sobre la Constitución y cómo se pronunciarían sobre el Estatut. Por desgracia, nuestra democracia es poco consultiva, poco participativa.
    3. MOVILIZACIONES. “Sólo saldrá a la calle, de hacerlo, ERC”. No sé si alguien saldría a la calle, ni quién lo haría, pero recuerdo que también tenemos nacionalistas de otros partidos –de todo signo-. Las juventudes de ERC y de Convergència tienen bastante capacidad de movilización. Por otro lado, si se aprueba también podría haber manifestaciones en contra. Últimamente, hasta los tradicionalmente “antipancarteros” le han cogido el gusto a las manifestaciones.
    Como decíamos, la gente no vibra por el Estatut, pero ¿acaso lo hace por los papeles de Salamanca? ¿A alguien le va la vida en ello, es un problema «real»? Ahí hay un ejemplo de cómo el discurso político acaba “arrastrando” a los ciudadanos. ¿Qué hacían todos esos miles de personas en las calles pidiendo que los papeles se queden en Salamanca y de paso proclamando la unidad de España?
    Dices que “el problema está en las jerarquías, nomenclaturas de los PARTIDOS, no en los ciudadanos, los cuales, en su gran mayoría, no buscan conflictos ni confrontaciones”. No hay que exagerar con la comparación balcánica. Pero me gusta mucho un texto de la web de Boris en el que dice que hay que ponerse en alerta cuando empieza a ser más importante odiar al equipo de fútbol contrario que querer al propio. Eso ha sucedido tradicionalmente en este país, pero ahora sucede cada vez más a todos los niveles.
    4 “Soy catalán y no por ello nacionalista”. En este punto, somos almas gemelas.
    Un abrazo, Maty

  9. Albert:
    Tienes razón, cuesta decir algo nuevo. Lo único que buscamos los tres con este debate espontáneo es proponer que hablen otras personas y desde otro punto de vista, porque el discurso político se está radicalizando/manipulando de un modo alarmante.
    No sé si tenéis acceso a gente que piensa de modo muy distinto a vosotros, a veces es realmente difícil escapar a la endogamia, pero este verano he hablado en profundidad con varias personas de lugares muy distintos que me han asegurado que hay quien está dispuestos a hacer lo que sea para que “no se rompa España” y me he quedado fría. No entendía nada, pero el discurso alarmista de “se rompe, se rompe” ha calado, como lo ha hecho el de “están removiendo el pasado, son revanchistas (por el tema de las fosas comunes)”. Y del mismo modo en que también es general por esta latitudes el machacón “España nos roba”.
    Sobre la comparación con Yugoslavia, también tienes razón, no es nueva, lo hace mucha gente de un modo superficial, sin saber muy bien qué pasó realmente allí y, sobre todo, cómo comenzó todo. Sin embargo, en este caso, lo hace un serbocroata a quien no le gusta demasiado el PP y que vive entre nosotros desde hace varios años. No hace demasiado, por ejemplo, cuando se pidió el boicot al cava desde ciertos sectores, nos recordó que en Yugoslavia también se promovió en su momento el boicot a los electrodomésticos eslovenos. Ello no quiere decir nada dramático, simplemente, que todos podemos ser muy estúpidos. Y que también podemos evitar serlo.
    Por último, sobre lo de los andaluces que sienten que sus familiares viven mejor en el Sur también se ha dicho bastante. A mí me duele ese tipo de comentarios, como me duele que algunos hijos de inmigrantes sean racistas con la nueva oleada de inmigración. Pero lo cierto es que es muy habitual oír lo de “qué pedazo de casas tienen”, “nadie paga los autónomos”, “allí sí que se vive bien”.
    Cuando oigo este tipo de exclamaciones suelo recordarles que la gente de los pueblos del sur de cincuenta y sesenta años (los coetáneos de los emigrantes que vinieron a Cataluña) no ha hecho en esta vida más que invertir en sus casas, no gasta en ir a cenar fuera, ni al cine ni al megacentro comercial, jamás ha ido de vacaciones (puede que incluso no haya salido de su pueblo excepto que para ir al médico) y ni siquiera han gastado en gasolina porque nunca han tenido coche.
    Hoy día esos caserones también son prohibitivos para la gente joven, que se busca la vida y vive en barrios de las capitales andaluzas idénticos a los de cualquier ciudad española.
    Yo he bajado todos los años al pueblo de mis padres (si no lo hago me da algo) y he visto la evolución. A finales de los setenta y principios de los ochenta, sólo teníamos coche “los catalanes”, eran utilitarios normalitos que nos servían para bajar al sur, pero los niños, nuestros primos, nos pedían dar vueltas de punta a punta del pueblo sólo para probarlos. Ahora hay veces en que nos reímos porque cuesta aparcar de tantos coches como hay en las calles. Las casas también son completamente distintas, tienen patios y entradas con cerámicas preciosas, son muy distintas a las casitas de paredes encaladas y torcidas que conocí en mi infancia.
    Desgraciadamente, esta evolución –lógica y necesaria- parece difícil de entender para algunos de esos emigrantes que siguen viviendo en pisos de 45 metros cuadrados de L’Hospitalet o Santa Coloma. No hablemos de los de El Carmel.
    Mi impresión es que hay bastante frustración por todas partes y ese ingrediente es siempre muy peligroso cuando los propagandistas están en pleno funcionamiento.

  10. Que interesante todo…
    Creo que es bueno en estos debates ir a la raiz, a las causas de todo, al fondo de lo que aparentemente esta y el justificarlo… «cuando digo la importancia del cambio de estatut es por que creo que…», y no quedarnos en los sloganes rapidos y facilones de muchos de nuestro politicos.
    Yo cuando escucho los debates sobre tecnicismos de nacion, nacionalidad, patria, etc… me pregunto ¿y eso de que vale?… de abrir o cerrar puertas… a que ¿?…
    Tambien de los problemas reales… cuando se habla de «a los andaluces les pagamos nosotros la carreteras», «los madrileños os bebeis nuestra agua», «los canarios os pagamos con las tasas de los aeropuertos el metro», «los catalufos van a lo suyo» me pregunto que si nos preguntamos tambien por que tenemos que pagar un impuesto tan injusto como el IVA (pagan mas los que menos tienen), o por que en la ultima reforma del IRPF la temporalidad esta penada (y mucho). Ahi si que perdemos la mayoria.
    Por que responsabilizamos a la gente de un lado de los problemas de nuestra vida («con los inmigrantes, ahora se han bajado los sueldos, como ellos aceptan cualquier cosa») y no buscamos las causas de nuestros problemas mas alla de culpar al del lado o a los mas pobres.
    O preguntarnos cuando hablamos de todo esto, si lo hacemos en clave solidaria y global. Y nos preocupamos de los morenos y los arabes (fundamentalmente) que mueren en las costas o en su casa, y no lo digo por desviar el debate, sino por que creo que hay cosas mas importantes, de raiz, de fondo que hay que trabajar.
    Y si hablamos de españa o catalunya, o cualquier otro sitio y no lo hacemos para mejorar (todos, sobre todo los que peor estan, claro), pues vaya, de que hablamos. Y ese es el tipo de debate que no hay en la economia, lo politico…
    No se, siempre pienso que este tipo de debates (en lo publico-general, no aqui, que esta precioso) sirven mas a intereses particulares y a despistarnos de lo real, de lo que nos condiciona y nos afecta. La verdad es que creo que si Catalunya (por ejemplo) se independizara no iriamos casi nadie a mejor. Y si quedaran en España, tampoco. (no asi, sin mas) creo que lo importante esta en otros lados, luego el como organizarnos, las prioridades, los pasos a dar vendran poco a poco.
    Estoy de acuerdo con Boris en que poco a poco se envenena el aire que respiramos y no nos damos casi ni cuenta. En esto hay que hablar y sobre todo escuchar… ponernos en la piel del otro decia Magda, dificil pero fundamental.
    A mi (personalmente) siempre me ha gustado lo de los antiguos obreros «proletarios de todos los paises, unios».
    O lo de pensar en global, actuar en lo local.

  11. Sólo una pequeña puntualización, Magda: escribes «No obstante, comenté que cada vez oigo a más gente que se expresa básicamente en castellano decir que existe un desequilibrio económico y que hay que acabar con él». Esta frase me recuerda una conversación que mantuve hace poco con dos independentistas convencidos, que me decían que les extrañaba que los «castellanoparlantes» – sic – coincidieran en intereses con los «catalanoparlantes». Mal que les pese a estos guardianes de la tumba de Pompeu Fabra, en Catalunya hay catalanes (algunos de ideas independentistas) que se expresan en castellano (y no por desconocimiento, tenemos una política modelo de inmersión lingüística ). Aquí ya hay una cultura PROPIA de habla castellana, aunque nadie nunca (léase Generalitat) se haya pronunciado sobre el tema, en su búsqueda de la «pureza lingüística»… sería bonito hacer un estudio sobre el tema

  12. Estoy de acuerdo, Tantranet, pero hay mucha gente que no lo entiende ni fuera ni dentro de Cataluña.
    Con mi expresión sólo quería que:
    – la gente de fuera de Cataluña que no conoce demasiado estas tierras supiera que aquí hay mucha variedad porque muchos suelen identificar independentismo con persona que sólo habla en catalán, de padres y bisabuelos catalanes, etc…
    – Por otro lado, también existe esa extrañeza de la que hablas en independentistas que se expresan sólo en catalán. Supongo que es la misma sorpresa de Albert al decir que le había llamado «la atención» que algunos «andaluces radicados en Cataluña» también sientan que existe un «agravio comparativo». Llamarles «andaluces» a secas es complicado, porque algunos «viven y trabajan» aquí desde hace décadas, y muchos se sienten más de aquí que de allá. Precisamente, si Cataluña fuese independiente y tuviese leyes similares a la legislación actual española, ya tendrían, como mínimo, la «doble nacionalidad», 😉
    Pero tal vez no es una buena expresión, a menudo es difícil encontrar una cuando hablamos de la lengua. Un ejemplo es la discusión que muchos sostienen sobre si se puede hablar de una literatura «catalana» en «castellano». Ese es otro tema, así que lo dejo y me quedo con la idea que comentas.
    Saludos

  13. Gracias por tu respuesta, de hecho yo sería (en el debate) un «catalano-manchego», y a la práctica soy tan catalán como un Foix, un Marsó (apellidos por cierto con origen en la inmigración francesa) o un Pujol cualquiera.
    Siento ser (como dice Mike) un poco «mosca cojonera», pero ésta me parecía una variación interesante del tema, y, es cierto, merece un buen coloquio. Besos!!

  14. Gracias por tus contestaciones, Magda.
    Sólo quería incidir en dos ideas.
    Creo que se está asociando aquí demasiado «nacionalismo» con «independentismo» cuando en la mayoría de los casos no es así. El nacionalismo catalán aspira a más autogobierno, no está dispuesto a dar por zanjado el litigio sobre su relación con España, pero no es secesionista. Ni ahora ni históricamente.
    Respecto a los inmigrantes que llegaron a Cataluña hacia los años 50 y 60, debo decir que desconocía estuvieran extendidas impresiones como a las que Magda alude. Aunque debo decir que siempre me ha sorprendido que se hayan mantenido ajenos a los cantos de sirena del PP, que siempre ha querido instrumentalizarlos en contra del nacionalismo (por temas lingüísticos sobre todo) y mi impresión es que no se han dejado y que viven estos asuntos con bastante indiferencia.

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