¿De qué «legítima» violencia habla Artur Mas?

Hoy son los políticos los que se muestran indignados. No entienden que les increpen. Debe de haberles pillado por sorpresa. La presidenta del Parlament catalán se quejaba esta mañana de que en los últimos 31 años no se había vivido nada parecido a lo sucedido hoy. También José Bono, su colega en el Congreso de los Diputados, ha manifestado su espanto ante lo que considera una deriva inaceptable del giro del movimiento 15-M. Lo que ha sucedido hoy no tiene nada que ver con las primeras gentes “bondadosas” que acamparon en Sol, ha dicho.

Políticos y tertulianos hablan de violencia, y se han visto imágenes de diputados manchados con pintura roja -los tres afectados son de ICV y PSC-. Curiosamente, no ha habido detenidos, remarcan en Facebook algunos indignados. Mientras, otros denuncian que había “infiltrados” entre los manifestantes y cuelgan fotografías para probarlo. En cualquier caso, el movimiento, que ya ha hecho público un manifiesto en el que se desmarca y rechaza los actos violentos (y aislados) de esta mañana-, tiene que ser más inteligente que nunca para que su imagen no sufra un daño irreversible por culpa de unas acciones a manos de muy pocos. Ello fomentaría la “comprensión” que pedía hace unas horas el presidente catalán, Artur Mas, si recurre a lo que él denomina “uso legítimo de la fuerza”. Su consejero de Interior, Felip Puig, ya se ha vanagloriado de ser “el único que entendió” (la violenta represión policial) del 27-M, cuando los Mossos desmantelaron el campamento de plaza de Catalunya alegando cuestiones de higiene. En eso tenía razón, nadie lo entendió, incluida la televisión pública francesa, que ridiculizó sus órdenes en un reportaje. Pero volvamos al gran Bono y su uso de la palabra bondad. Para empezar, me recuerda al ex ministro Ángel Acebes, quien solía hablar de “las gentes de bien”. Pero, ¿quiénes son la gente de mal? No he querido comenzar esta anotación con el clásico “vaya de antemano mi condena a cualquier tipo de agresión”, porque para mí la no violencia es un principio irrenunciable, que doy por sobreentendido. Así que, por supuesto, rechazo que lancen pintura a los políticos, que no les dejen “circular” libremente o que les increpen a las puertas de su casa cuando pasean con su familia. Pero que comparen a los manifestantes con los fascistas me provoca urticaria. Y que algunos sean tan cínicos como para decir lo obvio, que los indignados tienen “derecho a manifestarse y a hacer reivindicaciones”, e incluso que “muchas de sus demandas son justas”, mientras demuestran que no piensan atenderlas en absoluto, no mejora las cosas. Ha pasado un mes desde la manifestación que dio nombre al movimiento 15-M y, de momento, la clase política no hace más que empeorar la situación con medidas tan sorprendentes como la de reducir aún más la “jornada” de los diputados españoles, la aprobación de la reforma de la negociación colectiva o la última ley omnibús catalana. Sin embargo, lo peor de todo es comprobar que los telediarios hablan sobre todo de “violentos” indignados en lugar de analizar lo que hoy se decide en el Parlament: un presupuesto profundamente antisocial -tampoco recuerdo nada igual en las últimas décadas, señora De Gispert- y una ley omnibús que no figuraba en ningún programa electoral, por la cual se desmantelan varias leyes de un plumazo, sin que se puedan “debatir” una a una. A muchos, eso nos parece un importante déficit democrático. Hace ya más de 3 meses escribí una carta pública en la que me definía como una ciudadana “indignada” ante los recortes en la Sanidad Pública propuestos por un conseller, Boi Ruiz, que justo antes de ejercer su cargo público había sido el jefe de la patronal de los hospitales catalanes. Últimamente, paso demasiado tiempo en varios de ellos y converso con mucho personal sanitario. Por este motivo, he podido notar cómo se incrementa su agobio, cómo empeora la programación de visitas -verdaderos encajes de bolillos que se transforman en horas de espera para los pacientes-, cómo se cierran unidades en centros tan importantes como Bellvitge (donde se clausura un total de 15), cómo se despide a los interinos y cómo se cancelan servicios porque durante el verano no se contratará a nadie para sustituir a los profesionales que hagan vacaciones. El deterioro, que irá a mucho más en los próximos meses, también se advierte en “detalles” como la rapidez con la que te dan el alta a pesar de que debas continuar varios días “enchufada” a múltiples drenajes, en el plantón que te da el fisioterapeuta que debía ofrecerte unos consejos esenciales para tu recuperación porque no da abasto o en el retraso injustificado de los resultados del análisis de un tumor extirpado. Lo que provocan los recortes que hoy votan unos políticos que pueden pagarse mutuas privadas también es violencia. Esa es la noticia del día. La que afectara a los millones de personas que dicen representar a pesar de legislar contra sus derechos sin previo aviso. El gobierno de Artur más también ha traspasado “líneas rojas”, está atentando contra derechos adquiridos durante décadas. No lo olvidemos.

7 thoughts on “¿De qué «legítima» violencia habla Artur Mas?

  1. Despotismo democrático.
    ¿Cinco millones de personas en el Paro es violencia?
    ¿Desahuciar y seguir cobrando una hipoteca de una casa embargada es violencia?
    ¿Grandes empresas que contratan a través de ETTs anulando los derechos laborales es violencia?
    ¿Los contratos precarios e inestables que causan inseguridad y penurias es violencia?
    ¿Recortar y privatizar la sanidad y la educación públicas o incluso el agua es violencia?
    ¿Aumentar los años de cotización e intentar jubilar casi a los 70 años es violencia?
    ¿Ser becario/a hasta más allá de los 30 años es violencia?
    ¿El precio de la vivienda creada por la burbuja inmobiliaria con la aquiescencia de bancos y políticos es violencia?
    ¿Cerrar total o parcialmente una fábrica durante varios meses para que la empresa se ahorre los sueldos que son pagados con impuestos durante ese tiempo es violencia?
    ¿Mantener aerolíneas deficitarias con el erario público para que se lucre la compañía aérea de turno es violencia?
    ¿Gastar millones de euros en centrales nucleares con dinero público cuyos beneficios acaban en bolsillos privados es violencia?
    ¿Mandar al ejército pagado por los contribuyentes a aguas internacionales a miles de km. para proteger los intereses de las grandes conserveras esquilmando los bancos que daban de comer a la población autóctona es violencia?
    ¿Cargar con la culpa del subsidio a sectores débiles como el campo es violencia?
    ¿La situación del autoempleo de los autónomos es violencia?
    ¿Privatizar negocios rentables como Telefónica es violencia?
    ¿Recalificar terrenos para dar pelotazos durante décadas a costa de destrozar nuestro litoral, espacios protegidos, etc. es violencia?
    ¿Los excesivos gastos generados por los partidos políticos en las campañas es violencia?
    ¿El coste de nuestros ilustres representantes con tarjetas de crédito, parque móvil sonrojante, seguridad, viajes en primera, pensiones vitalicias, cargos inútiles y absentismo laboral es violencia?
    ¿Dejar sin representación a más de un millón de personas por una ley electoral injusta sustentada por dos grandes partidos políticos que se consideran demócratas es violencia?
    ¿Utilizar los resultados de una urna como un derecho déspota que garantiza cambiar leyes bajo los dictados de los negocios financieros y la patronal para hacer lo que se quiera durante cuatro años sin tener en cuenta la voz del pueblo es violencia?
    ¿Mentir y explotar usando cínicamente los votos es violencia?
    Por último, ¿ocultar la verdad del Tratado de Maastricht para desarrollar una política económica agresiva neoliberal es violencia?
    A lo largo de la historia las firmas de los políticos han generado más violencia que las propias armas.

  2. vaya por delante mi mas absoluta indignación, por todo lo que enumera arbolé, por supuesto, y por la manipulación que de uno y otro lado se está haciendo de la situación actual, y digo de uno y otro lado por que excusar las manzanas podridas y pretender que cale la excusa pueril de la conspiración es de un infantil que asusta. Seguramente una gran parte de los indignados sean igual que al principio: gente con ganas de cambio, con aires de renovación que se ha cuestionado todo lo que los demás pasivamente toleramos… pero no me queráis convencer de que el 100% de los indignados son tan tolerantes y dialogantes…
    hoy escuchaba a Fidalgo, el cual no creo que pueda ser tachado precisamente de conservador, hablar de anarcofascismo y algo de razón tiene, olvidan que el 70% voto y eligió a aquellos a los que gritan que «no nos representan»… ¿ellos si? o es que nos consideran tan gilipollas que votamos a ciegas, y que necesitamos ser salvados por «los indignados»… esto me huele a «todo por el pueblo… pero sin el pueblo».
    he estado en sol unas 10 veces desde que os lo prometí aquí mismo, y he observado como un 90% inicial de gente comprometida, con ganas de cambiar, iba cediendo el paso a demagogos aburridos y el IVA de chusma (del que obviamente se desmarcaron por las broncas constantes que provocaban) y veo que aunque nació con ideas ha sido trufado por aquellos que quieren el paso rápido… negad la evidencia si queréis, seguramente es preferible, en vez de hacer autocrítica, vocear que el que intentó arrebatar el perro guía y golpear a un diputado invidente era, realmente, un policía infiltrado… siempre la manida teoría de la conspiración.
    me consta, por que lo vi, que existe una indignación argumentada y dialogante, que no necesita agredir para convencer,lo que ya me viene jodiendo es que entre unos y otros apenas se les da voz, se han ido apagando por que su voz no supera los gritos y por que a los medios de comunicación (y eso tu bien lo sabes magda) ya no le hacen gracia y es mas noticia las hostias que las reivindicaciones… la ayudante del mago ¿recuerdas?
    ahora me ponéis a parir, no problem, solo espero que tengáis el 10% de tolerancia y de razón que cada uno de los que escuche ese primer día de Sol, esos que me hicieron replantearme seriamente mi punto de vista, eso que enamoraron a cientos de personas de mi entorno y que ya no le atraen, y es que he pasado de ver a cientos de personas de mi sector, la publicidad, por facebook, twitter, instagram… constantemente en la ola del 15M a desaparecer, si quieres un dia magda repasamos juntos mi telefono y veras que es cierto, no hay manipulación en esto, solo es una evidencia (si no os fiais de mi repasad hashtags, links, etc… veréis que cambio, eso si os fiais de google, claro)

  3. Querido Metamike,
    no me hace falta comprobar nada, porque te creo. Por supuesto que hay un mínimo % de gente nada tolerante -y que pierde las formas y puede llegar a ser violenta- que se ha apuntado al 15-M. Pero los principios del movimiento son claros y uno de ellos es el diálogo y el rechazo a los métodos violentos. Lo mismo sucede con la democracia, hay muchos que se meten a parlamentarios sin creer demasiado en ella (y no me extiendo sobre sus motivos…)
    También sucede que la inmensa mayoría de medios, tertulianos y políticos están manipulando lo que ayer sucedió. El movimiento 15-M los deja a todos en evidencia y muchos tienen ganas de que desaparezca. Porque no todos hacen lo que tú: ir a Sol y ver con sus propios ojos y escuchar. Les encantaría que fuese una anécdota, algo simpático protagonizado por «bondadosos». Una flor de primavera. ¡Qué mona aquella juventud que improvisó una miniciudad en el centro de Madrid y la llenó de ordenadores, qué organizados! Lástima que no consiguieran nada… Porque no nos dio la gana de que lo consiguieran…
    Y también hay «infiltrados», por supuesto. Duran Lleida lo reconocia hace unos minutos en Los desayunos de la 1. (Otra cosa es demostrar que, como en muchos otros lugares y momentos, son agentes camuflados los que provocan incidentes que perjudican a los movimientos sociales. Supongo que no es necesario que enumere los casos en que ha sido comprobado).
    En cualquier caso, gracias a lo de ayer algunos pueden hoy ejercer de superdemócratas, rasgarse las vestiduras y no decir ni pío de la Ley Omnibus o de la tramitación de unos presupuetos antisociales para los cuales CiU ha negociado con el PP, suavizando todolo que había soltado antes por esa boquita sobre la derecha «nacionalista española» . Es decir, lo de siempre. Eso provoca mucha indignación.
    /Magda

  4. Que se degenere el movimiento es de esperar porque en todos los ámbitos hay parásitos que se aprovechan y terminan restando crédito a la idea original. Lo que pasa es que, 15 Ms a parte, en la clase política es al revés: unas pocas personas que practican una política honrada y que creen en lo que hacen y consiguen polideportivos para su pueblo, mejoras en el barrio, etc., se ven desautorizadas por la mayoría que ha hecho de la política su negocio y oficio.
    Estoy de acuerdo en que hay que cambiar y tener cuidado con las giros de rumbo en las manifestaciones. Gritar, protestar, parodiar… pero jamás agredir porque se pierden la razón y los apoyos.
    Aunque también creo que a los políticos y a los grupos de presión que abogan por no cuestionar nada del actual sistema, les han venido muy bien estos altercados para crear una cortina de humo. Es que ningún medio de comunicación ha desmenuzado la Ley ómnibus y ha explicado cómo se va a aprobar y en qué consiste (a lo mejor pensaríamos que poco pasa y pocos eran). Nada. ¿Explican que estos recortes no se anunciaron en la campaña electoral? ¿Es lícito que luego apelen a la elección del pueblo cuando éste ha votado con una ceguera que ignoraba lo que se ocultaba detrás de la sonrisa para la foto y los apretones de manos en las plazas de abastos? ¿Son los votos una espada de Arturo que legitima al rey entrante para cortar con ella los derechos de aquellos que han votado en las elecciones?
    El voto ciego de esta democracia despótica me recuerda a aquel concurso de Un dos tres en que tirabas de una cinta pensando que iba a caer dinero y acababas empapado en una tinta negra… Eso sí, la presentadora que hizo todo lo posible para encandilarte se excusaba: te lo insinué, te intenté avisar pero no supiste escucharme Ooooooooooooh lo siento!! APLAUSOS
    Los concursantes se iban con cara de tontos y dándole la razón a la presentadora MÁS APLAUSOS

  5. Yo tampoco estoy a favor de la violencia sea contra quien sea, pero Señores politicos no os hagaís los martires, los trabajadores recibimos a diario violencia psiquica y no nos podemos quejar:
    – Aumento de impuestos
    – 4 años con sueldo congelado
    – Se da por supuesto que tienes que trabajar más y mejor
    – la última moda de motivación es la pregunta tú que prefieres ser gallina o cerdo.
    y así podría continuar mucho más, señores politicos escuchen, escuchen, escuchen al pueblo, quiza se sorprendan y aprendan.

  6. gracias, a tod@s, por noagredirme verbalmente, pensé que hoy iba a recibir hostias hasta en el velo del paladar pero veo que éste sigue siendo un ágora para dialogantes… y si, a mi me avergüenza como al que mas ver como se deslegitima una reivindicación coherente usando los mas artificiosos argumentos… estimado arbolé, un día comiendo con una muy buena amiga le conté mi teoría de «la ayudante del mago», consiste en que los trucos mas sucios pasan desapercibidos ante la escultural ayudante ligera de ropa… cuanto mas evidente es el truco o peor es el mago, mas escultural y ligera de ropa es la ayudante… pues bien, algo me dice que nuestra escultural ayudante la que tapa la ley omnibus y otras tantas se llama 15M (convertida en ayudante muy a su pesar).
    un fuerte abrazo, a tod@s

  7. Creo, o así me gusta a mí pensarlo, que la ciudadanía está de acuerdo en lo fundamental, si no contamos con los grupos que tienen intereses particulares (políticos, patronal, entidades financieras, etc.). Me parece que el problema no es que queramos que el planeta sobreviva y que deseemos un sistema justo para la humanidad, comenzando por mejorar lo particular, sino en la forma de conseguirlo: ¿Sueldos en base a la productividad o a la inflación? ¿Privatizar servicios o no? ¿Subir impuestos para que haya un estado más fuerte y dé calidad de servicios o hacer más fuertes a los Mercados bajando impuestos para potenciar el consumismo? ¿Subir los impuestos exponencialmente conforme a las rentas o gravar los impuestos indirectos que hacen pagar a todo el mundo por igual? ¿Apostar definitivamente por las energías renovables y comenzar una política seria ecológica o continuar con la actual dependencia energética que irremediablemente se agota y al mismo tiempo destruye el planeta? ¿Seguir en los países industrializados con aumento del consumo energético por habitante y año o ser austeros y renunciar a coches, electrodomésticos, etc. para que países emergentes se igualen y equilibrar la balanza aunque vaya en detrimento de nuestra comodidad?
    Me parece que casi todo el mundo piensa de forma honesta pero actúa de manera egoísta y ahí comienza y termina todo.

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