Bien por Jorge Drexler y no sólo por el Oscar, sino por su clase y arrestos. Él, que sabe medir tan bien las palabras, dijo las justas durante sus segundos de gloria. Se limitó a cantar su canción y a decir «Chao». Soberbio*. Pero la noticia que me ha despertado esta mañana ha sido la de la nevada que ha caído en mi ciudad. Los árboles de la placita de delante de mi casa estaban blancos, aunque donde realmente ha cuajado ha sido en la playa. Así que he abandonado mi reclusión por un rato y me he escapado a verla. Había bastante gente, algunos niños haciendo bolas y chillando… Y siento la cursilería, pero, entre una cosa y otra, ando con la sonrisilla puesta toda la mañana y paso de arriesgarme a perderla si me pongo a comentar las noticias del día. No alcanzo los niveles de la película «Olvídate de mí», pero me aproximo. La nieve de hoy me ha hecho recordar la escena en que Kate Kinslet y Jim Carrey se tumban sobre un lago helado en plena noche. Vale la pena rebuscar en las carteleras y las videotecas para ver este filme. Aunque en algunos momentos resulta un poco paranoico, consigue sacudir la cabeza de cualquiera. Las historias de esas personas que quieren borrar sus recuerdos para dejar de sufrir y volver a empezar de nuevo dan mucho que pensar… Vi la película el viernes y me permití bromear con la idea de que a más de uno le gustaría borrar el día anterior, al menos sus aspectos «noticiables». Concretamente, a Mas y Maragall.
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Cine
Emir Kusturica
Emir Kusturica vuelve a estar de gira para presentar su nueva película, “La vida es un milagro”. El filme es tan surrealista y contrario a la guerra como los anteriores (véase sinopsis). Ayer emitieron en el telediario un pequeño reportaje dedicado al tema en el que reproducían la opinión de Kusturica sobre la guerra. Para él todas son iguales, un “negocio”. A ver qué dirá hoy en el concierto de la sala Apolo (21.00 h) de Barcelona. El día 14 actuará en la Sala Riviera de Madrid y el 15 en Murcia (Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas).
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Yulie Gerstel
Hace poco más de un año la israelí Yulie Gerstel presentó su documental «My terrorist» en Barcelona. En esa laureada película, Gerstel mostraba su charla con el terrorista que 22 años antes había atentado contra ella. Ima Sanchís la entrevistó el 31 de diciembre de 2003 en «La Contra» de «La Vanguardia». Gerstel le explicó cómo fue aquella reconciliación. Y también aquel atentado. Aquel domingo de agosto de 1978, Gerstel era una azafata de las líneas aéreas israelíes. Junto al autobús que debía conducir al avión, la joven de 22 años vio a un tipo que la sobresaltó: «Su mirada estaba llena de odio, lo pude sentir en todo mi cuerpo». Le dijo a un compañero que se fijara en él, pero le restó importancia. Poco después, Gerstel tenía un disparo en el brazo y su mejor amiga estaba muerta. En 1999 esta israelí, licenciada en Sociología y Antropología, hizo una película sobre un palestino exiliado en Holanda. Era el primero que conocía y le cayó bien, explicó a Ima Sanchís. Imaginó que «su terrorista» podría parecérsele mucho y finalmente decidió enviarle una carta a la cárcel. En aquella misiva «le hablaba de mi vida y le preguntaba sobre su infancia. Me respondió, me pedía disculpas, me decía que después de aquel atentado nunca más fue violento, que creía en el diálogo y no en la violencia, se había convertido en un abogado. Yo sabía que si lo tenía enfrente sabría si lo podía perdonar». Yulie pudo hacerlo.
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Independientes
Aún quedan unos días para visitar el CCCB y ver las películas exhibidas dentro del XI Festival de Cine Independiente. Hay filmes muy recomendables, como lo es también el que se estrenará este viernes: “En el mundo a cada rato». Esta producción, promovida por UNICEF, consta de cinco documentales dedicados a la infancia en distintos lugares del mundo. Ayer vi en “Ruedo ibérico” parte de la pieza firmada por Javier Corcuera, autor de “La espalda del mundo». En este caso, el director peruano ha vuelto a retratar en la realidad de muchos niños de su país. Las protagonistas de “Hijas de Belén” tienen, además, una gracia especial. Sólo por verlas explicarse vale la pena ir al cine. Corcuera anunció que muy pronto estrenará un documental sobre lo que ha sufrido la población iraquí en el último año y medio. No sé cómo habrá logrado grabarla, pero tal vez esta nueva cinta sirva para equilibrar la información-desinformación que recibimos de Irak. Lo mismo que la película del kurdo iraní Bahman Ghobadi, “Las tortugas también vuelan”, ganadora de la última Concha de Oro en San Sebastián. (Por cierto, que en “La espalda del mundo” Corcuera trataba el tema de los kurdos en una de las tres piezas de su documental).
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Diez minutos
Y, siguiendo con las anotaciones breves, aprovecho para recomendar el cortometraje Diez minutos, de Alberto Ruiz Rojo. Vale la pena buscarlo entre la cartelera. Un chico, interpretado por Gustavo Salmerón, necesita que una operadora le diga a qué número corresponde una de las últimas llamadas que se hicieron desde su móvil sin quedar registrado. La llamada la había hecho su novia para quedar con una amiga antes de marcharse definitivamente. Necesita localizar ese número y esa amiga cuanto antes. La chica de la compañía telefónica le dice que no puede darle esa información. El diálogo de besugos «- Sabes que puedes. / – Sabe usted que no puedo» va evolucionando a lo largo de diez minutos. También el cerebro de la operadora.
Hackers no virtuales
Acabo de leer la última crónica sobre el Festival de Cannes de Lluís Bonet en La Vanguardia. Habla de la película The edukators:
(…) Dirigida por el austriaco Hans Weingartner aunque bajo pabellón germano, ha significado la reaparición del cine alemán desde que siete años atrás Wim Wenders compitió con El fin de la violencia. Su protagonista no es otro que Daniel Brühl, nacido en Barcelona en 1978, de madre catalana y padre alemán, convertido en actor emergente gracias a Goodbye, Lenin!. The edukators es la firma que dejan unos jóvenes que, con nocturnidad y alevosía contestataria, asaltan lujosas mansiones, sin robar nada, pero apilando muebles y objetos, y dejando siempre una misiva escrita: “Vuestro mundo se acaba”. Un filme irregular, pero interesante.
Tengo muchísimas ganas de que la estrenen… Gute Nacht!