Activismo en horario de máxima audiencia

En pocos días, dos blogs cargados de contenido ¡han llegado a los telediarios de las cadenas de ámbito estatal! 1. A principios de semana, Tele5 informaba sobre la existencia de http://zulitos.blogspot.com, una web en la que se denuncia, con humor y elegancia, las ratoneras que se venden en este país a precios sólo asequibles para marajás. La verdad es que fue una grata sorpresa descubrirla en los enlaces de www.viviendadigna.org mientras escribía un reportaje para el especial de jóvenes que hoy publicaba el Magazine (ver más abajo). 2. La noticia sobre «el falso robo de la silla de Zapatero» ha servido esta noche para dar a conocer el blog de los «4 gatos» (levantatezp.blogspot.com). Este grupo, que simulaba haber robado el escaño del presidente del Gobierno español para forzarle a «levantarse» contra la pobreza, se autodefine del siguiente modo:

Nuestra intención es hacer reflexionar a las personas para que empiecen a actuar. No formamos parte de ninguna ONG y no nos identificamos con ningún partido político. Simplemente, creemos que a veces ‘4 gatos’ pueden movilizar a toda la sociedad.


De momento, los 4 Gatos han conseguido llegar a los medios y todos sabemos -los que trabajamos en ellos y los que no- lo difícil que es conseguirlo y más en horario de máxima audiencia. La noticia también aparece en la home de Elpais.es, derroche fotográfico incluido. Y mañana todo el país se habrá enterado de su existencia y también de que la ONU ha decretado que el próximo 16 de octubre sea el día de la campaña «Levántate contra la Pobreza». Seguramente, ZP les hará un guiño, ya se sabe que los jóvenes votan. Al menos, de vez en cuando. Aunque hablar de «la pobreza» así, en ambiguo, suena bastante ingenuo, lo cierto es que el video de los 4 Gatos ha sido un soplo de aire fresco en plena batalla mediática sobre ácidos, peritos y filtraciones, cayucos y Sarkozys. En este «paisaje» es difícil hablar de los verdaderos problemas sociales, hacer cualquier tipo de reivindicación. Medio país está anestesiado con el culebrón de El Mundo y el contraculebrón de El País. Por eso algunos movimientos sociales han empezado a plantearse invertir en «originalidad» y, sobre todo, en renovar contenidos y maneras de comunicarlos. Hace unas horas, Victoria Torres escribía en www.elpais.es que el «falso robo» -en este país todo parecen ser falsificaciones últimamente- «recuerda a la resistencia civil no violenta que propugnan los ecologistas de «12 Monos» o a los actos de guerrilla urbana de «El club de la lucha» antes de que las torres saltaran por los aires. Y, al igual que estas acciones de terrorismo incruento, es puro celuloide. Unos jóvenes que se hacen llamar 4 gatos han colgado en su blog, levantatezp.blogspot.com, un vídeo en el que roban la silla del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del mismísimo Congreso de los Diputados. Fuentes de la cámara han confirmado a este periódico que el escaño no se ha movido de su sitio y que se trata de «un montaje muy bien hecho». La Secretaría General del Congreso ha pedido a la Policía que investigue el caso y cómo pudo rodarse la cinta. Porque lo más sorprendente es que parte de las imágenes son reales». Sólo una objeción, las palabras «guerrilla» y «terrorismo» son incorrectas. Cuidado. Aunque puede que este tipo de acciones sí aterrorice a la clase política, la formada por todos aquellos a los que se les llene la boca hablando de «desarrollo sostenible» y bla bla bla. Después de entrevistar a montones de veintañeros para los reportajes de El Magazine quiero creer que es más difícil engañarles a ellos que a nosotros, los de treinta y tantos. A continuación, reproduciré los reportajes del Magazine en varias anotaciones seguidas:

VOLUNTARIOS Y ACTIVISTAS Alguien escribió un mail anónimo la pasada primavera quejándose del precio de la vivienda e invitando a demostrar el rechazo general ante esta situación manifestándose el 14 de mayo en las principales ciudades españolas. El mensaje fue circulando de un modo similar al “pásalo” del 13-M y demostró su poder de convocatoria: varios miles de jóvenes respondieron a la llamada sin saber quién era aquel espontáneo. Muchas sentadas después, han aparecido “plataformas pro vivienda digna” en casi todas las capitales del país y a nadie le importa conocer la identidad del primer convocante. Funcionan como una red en la que todos sus miembros se movilizan de forma anónima, sin líderes, “sin apoyo de los partidos políticos ni sindicatos, sin más idea que la de plasmar el descontento y la gravedad de la situación, sin infraestructura ni organización previa”. No obstante, sus primeras acciones pasaron prácticamente desapercibidas, “sin el eco mediático de los macrobotellones que se habían celebrado pocas semanas antes”, denuncian. En estos meses las cosas han cambiado. Sus reivindicaciones tienen un calendario establecido, su página web www.viviendadigna.org recibe miles de visitas y aseguran que su lucha no va a ser flor de un día. “El problema es demasiado grave y no concierne únicamente a los jóvenes”. Pero sí son ellos el colectivo que más lo sufre. “España es uno de los países de la UE con un mayor retraso en la edad de emancipación”, constata el Observatorio Joven de Vivienda. Entre los 18 y los 24 años sólo ha logrado dejar el hogar familiar el 10% de la población. Al cumplir los 35, la mitad de los españoles continúa sin emanciparse. La causa de la vivienda ha atraído a jóvenes que hasta ahora nunca se habían interesado por los movimientos sociales, como Adrià, un joven de 26 años miembro de la plataforma barcelonesa. “Aquí hay aglutinada gente muy diversa, con sensibilidades muy distintas y diferentes grados de compromiso”. Pero todos tienen un objetivo concreto. Así funcionó el movimiento contra la invasión de Irak. Durante meses colectivos de toda índole se coordinaron para protestar en las calles y en internet. Dos años después de la retirada de las tropas, la guerra sigue, pero la plataforma ha perdido la mayoría de sus efectivos. Tal como explica Josep Pont Vidal en “La ciudadanía se moviliza” (Flor del Viento), hay que distinguir entre movimientos “proactivos”, como los que proponen “cambiar las relaciones sociales existentes” y aquellos que son “reactivos”. Es decir, los que se organizan para reaccionar ante un hecho concreto y no se prolongan más allá de haber conseguido su objetivo. O de haber comprendido que jamás podrán lograrlo. Y es que los jóvenes españoles del tercer milenio son mucho más pragmáticos que sus antecesores. Y tal vez más efectivos. No consiguieron evitar la guerra, pero algunos están convencidos de que sus manifestaciones “contribuyeron a acabar con el gobierno del PP”, asegura David Cid, de 26 años, miembro de la Plataforma “Aturem la guerra” y de las juventudes de Iniciativa per Catalunya. La reactivación de las protestas juveniles ha coincidido en España con la aparición del movimiento antiglobalización y el último mandato de José María Aznar. La LOU, el Prestige y la invasión de Irak sacaron a los universitarios a las calles. La última vez que lo hicieron fue a principios de los noventa cuando impulsaron el movimiento del 0,7%, mediante el cual reclamaban un viejo ideal: el de aumentar el porcentaje del PIB destinado a ayudar al desarrollo de los países empobrecidos. Los treintañeros españoles fueron, en su adolescencia, “proactivos”. Después, la proliferación de las ONGs en España hizo que se apuntaran masivamente al voluntariado. En la actualidad, hay 36.000 voluntarios y 17.000 trabajadores de ONG de cooperación al desarrollo. “En cuanto a participación ciudadana, los jóvenes españoles son de los menos activos de Europa, pero en ayuda a los demás son mayoría”, explica Carmen Laviña, presidenta de la Plataforma del Voluntariado de España, una ONG que este mes celebra su vigésimo aniversario. “Durante un tiempo fue una moda. Se apuntaban como quien lo hace a otra cosa. Ahora los que vienen lo hacen por convicción propia”, agrega Laviña. Estos trabajadores sin remunerar cubren todos los ámbitos, desde infancia y tercera edad hasta problemas que afectan especialmente a la juventud como la prevención de accidentes de tráfico y el consumo de drogas. Sin embargo, en los últimos años muchos prorrogan su voluntariado, porque ven las ONG una fuente de experiencia o un posible trabajo. En otras palabras, “líneas para su curriculum”. “En cualquier caso, los jóvenes españoles no se asocian. Pueden ir a recoger chapapote, pero no pertenecen a ningún grupo ecologista”, explica la presidenta de la Plataforma del Voluntariado. No pagan cuotas. Simplemente acuden ante una emergencia, “a manifestarse contra la guerra o los atentados de Atocha”. Para Laviña la situación ha empezado a cambiar en los o tres últimos años. “El 11-M fue un revulsivo. Este “acicate”, unido a las movilizaciones anteriores han dejado un poso que se verá en los próximos años”.

2 thoughts on “Activismo en horario de máxima audiencia

  1. Esto demuestra que es un topico aquello de «para que manifestarse…total no van a hacer nada»
    Yo nunca pense que zulitos pudiese tener tal repercusion. Desde el principio quise mantenerlo dentro de la «educacion» y «legalidad» y solo ha sido cuestion de currarselo un minimo…ha desbordado cualquier prevision.

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